Cuando los médicos generales y especialistas interactúan físicamente con un paciente en el consultorio tienen la oportunidad de realizar su entrevista clínica y el examen físico de forma directa. El paciente en estos casos siente más confianza al momento de ser evaluado bajo estas circunstancias.
Desafortunadamente hoy al continente americano lo golpea una realidad de la cual no escapa ningún país, llámese desarrollado o en vías de desarrollo en lo que respecta a la ventana de oportunidad para que un paciente sea atendido en un tiempo prudencial por parte de los especialistas. Esto obedece a una circunstancia que ya se considera epidémica y es la falta de médicos especialistas en todas las áreas de la profesión.
Prueba de ello es el timing actual. En países como los Estados Unidos y Canadá, pacientes que inclusive tienen seguros de medicina pre-pagada, el otorgamiento de citas para atención con un especialista oscila entre uno y dos meses. En naciones en vías de desarrollo como Colombia, pacientes afiliados al sistema de salud vigente y de medicina pre-pagada en su conjunto, tienen una ventana de cita con especialistas que varía entre dos y cuatro meses.
Nuestra experiencia en telemedicina en el caso de Colombia nos ha mostrado una realidad diferente en tal sentido. A manera de ejemplo, en el Medical Center de telemedicina del Hospital Universitario Mayor MEDERI, de la Facultad de Medicina de la Universidad del Rosario, hoy se otorgan citas con especialistas en un tiempo máximo de cinco días a pacientes del régimen subsidiado de salud, pertenecientes a estratos socioeconómicos vulnerables. Esto frente a lo que sucede actualmente con el sistema de salud en Colombia es visto como una hazaña, pero no se debe ver de esta forma.
La interpretación que se le debe dar es muy distinta. ¿Qué sucede?, que las tecnologías actuales de cómputo, conectividad y los equipos biomédicos para telemedicina permiten reducir los tiempos, beneficiando a: médicos generales, especialistas y lo más importante, a los pacientes. El pilar fundamental de este logro no radica en una sola cosa y no es la tecnología, son los médicos generales y especialistas que están al frente del sistema de telemedicina. Recordemos que la interacción médico-paciente, sea este general o especialista a través de telemedicina, puede parecer de alguna forma poco interpersonal. El secreto para superar esta situación es simple: en nuestro caso particular en el Medical Center de MEDERI tenemos especialistas cuya formación humanística es de excelencia. En telemedicina se pueden tener médicos especialistas con todos los pergaminos existentes, pero lo fundamental es el respeto y el buen trato al paciente y al médico general que interactúa con el especialista. Los equipos de cómputo y biomédicos no funcionan solos, quienes están detrás de ellos son los que le imprimen una buena atención al paciente.
Al igual que al interior de las instituciones de salud, llámense estas generales donde existen múltiples especialidades o en las instituciones focalizadas en una sola área de medicina especializada el eje sobre el cual debe gravitar todo es el paciente, con mayor razón así debe suceder en telemedicina.
En el siguiente gráfico se observa la manera en la cual con telemedicina podemos ser más proactivos con el paciente:
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Diez componentes sobre el entorno en que puede beneficiarse al paciente, partiendo desde la administración y terminando con una buena atención especializada. Crédito: Karim Nader, MD.
Los diez componentes que se observan en la gráfica, dan una idea sobre el entorno en que puede beneficiarse al paciente, partiendo desde la administración y terminando con una buena atención especializada. La modernización de los sistemas de salud en lo que refiere a tecnologías no da espera ni en países desarrollados ni en emergentes. Los diez componentes pueden ser aplicados tanto en telemedicina “In House” como “Out Door” en las entidades de salud, agilizando y potenciando de forma superlativa la atención de pacientes.
Veamos lo relacionado con telemedicina “In door”. Uno de los problemas que se presentan hoy en hospitales y clínicas es la lentitud en la rotación de la hotelería (camas), debido en gran parte a la poca agilidad existente con relación a la determinación de dar de alta un paciente, que en la mayoría de los casos se ve retardada debido a factores ajenos a la atención clínica perse, ejemplo de ello son las demoras ocasionadas en: la entrega de resultados de laboratorio, reportes de radiología, formulación y entrega de medicamentos, cierre de historias clínicas, etc. No menos importante a lo anterior es la interminable demora en la salida del paciente cuando hablamos de la parte administrativa directamente relacionada con la cancelación por parte de los familiares o acudientes de los servicios prestados por la institución. Para los gerentes y administradores de hospitales y clínicas, la demora en la rotación de la hotelería es su “talón de Aquiles” en el PyG.
Con telemedicina “In door”, en un solo ambiente que cobije todas las áreas hospitalarias con un sistema interno eficiente y robusto de conectividad, son muchos los obstáculos que se pueden salvar. La condición impajaritable es una sola: realizar capacitación a todo el personal involucrado y dependiente de dicho sistema de telemedicina, al interior de la institución de salud.
Lo comentado también aplica y de forma dramática en las áreas quirúrgicas, debido a que un buen porcentaje de los procedimientos al interior de los quirófanos son ambulatorios y con los retrasos que no pocas veces se presentan en el alta de los pacientes, la congestión de esta área crece exponencialmente.
Por último, la trazabilidad traducida está en saber dónde se encuentra el paciente hospitalizado que no pocas veces es itinerante al interior de la institución. Con un buen sistema de conectividad intrahospitalario, como se mencionó antes, en el cual se integren sistemas RFID (códigos de barras en stickers de muñeca), se puede lograr: primero, saber dónde se encuentra el paciente y qué procedimiento se le está realizando; segundo, previo protocolo en tiempos determinados por la Dirección Hospitalaria para los diferentes procedimientos, detectar si se están produciendo retrasos y la razón; y tercero, de una importancia vital, verificar en las puertas si el paciente tiene o no derecho a salir de la entidad, recordemos que se han presentado casos delicados cuando de pacientes neonatos y pediátricos se trata.
En el próximo post abordaré el tema de: Telemedicina en el consultorio médico.