Investigadores demostraron que la destrucción selectiva del tejido canceroso de la próstata funciona tan bien como la extirpación completa o la radioterapia.
Investigadores de la Universidad de Texas en Galveston, Estados Unidos, demostraron que la destrucción selectiva del tejido canceroso de la próstata es tan eficaz como la extirpación completa o la radioterapia, al tiempo que conserva más la función sexual y urinaria que otros tratamientos.
Con las técnicas de detección actuales, los cánceres de próstata a menudo se identifican con la suficiente anticipación para que, con el tratamiento, permanezcan dentro de la glándula prostática y no se diseminen ni causen daños al paciente. Sin embargo, los procedimientos agresivos como la extirpación de la próstata o la radioterapia pueden ocasionar dificultades con las funciones urinarias y sexuales. Así lo señala la nota de la Universidad de Texas en Galveston.
En el estudio que se publicó en la revista de Radiología Vascular e Intervencionista, el autor principal, profesor de la Universidad de Texas en Galveston y presidente del departamento de Radiología, Eric Walser, ayudó a establecer un método menos invasivo para atacar y extirpar solo el tejido canceroso de la próstata denominado ablación láser focal (FLA, por su sigla en inglés). Esta técnica ambulatoria mostró muy poco tiempo de recuperación o dolor, y conserva las funciones eréctiles y urinarias.
"La FLA ofrece a los hombres más tranquilidad que la vigilancia activa o la espera vigilante, que es la alternativa tradicional al tratamiento radical”, dijo Walser. “La FLA combina imágenes de resonancia magnética para identificar áreas sospechosas de cáncer en la próstata y tecnología láser avanzada para eliminarlo por completo, sin prácticamente ningún riesgo de impotencia o incontinencia", explicó.
"La FLA ofrece a los hombres más tranquilidad que la vigilancia activa o la espera vigilante, que es la alternativa tradicional al tratamiento radical”,
comentó Eric Walser, profesor de la Universidad de Texas en Galveston y presidente del departamento de Radiología.
Los hallazgos mostraron que en 120 hombres con cáncer de próstata de riesgo bajo a intermedio tratados con FLA, el 17 % necesitó tratamiento adicional contra el cáncer después de un año sin un cambio notable en la calidad de vida o la función urinaria. Por el contrario, en un pequeño grupo de hombres que se sometieron a una FLA más agresiva, solo el 6 % tuvo evidencia de cáncer un año después; sin embargo, estos pacientes notaron una caída significativa en el conteo de esperma.
"Otros estudios demostraron que después de extirpar por completo la próstata, entre el 15 y el 30 % de los pacientes tienen una recurrencia de cáncer dentro de los siguientes 5 a 10 años después de la cirugía. Aunque la FLA aún no cuenta con datos a largo plazo, esta técnica puede proporcionar un control de cáncer similar y preservar la calidad de vida", aseguró el doctor Walser.
El cáncer de próstata es la segunda forma más común de cáncer en los hombres, de hecho, se estima que 1 de cada 9 hombres será diagnosticado durante su vida. La Sociedad Americana del Cáncer calcula que en lo que va del 2019 ya hay 174.650 casos nuevos y 31.620 muertes por cáncer de próstata.