Sin embargo, eliminar el uso de protección supone el reto de convencer a los pacientes de que no generará riesgos en su salud, debido al miedo que causa exponerse a la radiación.
No hay evidencia de beneficio
Cabe destacar que, actualmente, la cantidad de radiación necesaria para una radiografía es aproximadamente una vigésima parte de lo que era en la década de 1950, y los científicos no han encontrado un daño medible a ovarios y testículos de pacientes por exposición a la radiación que proviene de imágenes de diagnóstico después de décadas de analizar datos.
"Lo que sabemos ahora es que probablemente no exista ningún riesgo en absoluto", señaló el Dr. Donald Frush, radiólogo del Lucile Packard Children's Hospital Stanford, en Palo Alto, Estados Unidos, quien preside Image Gently Alliance.
Tampoco hay evidencia de que perjudique a los fetos, incluso con una cantidad relativamente alta de exposición a la radiación, como la de una tomografía computarizada del abdomen, agregó Marsh.
Proteger de manera habitual
Según la Asociación de Físicos de Estados Unidos, los chalecos de plomo muchas veces no protegen el área que deberían, pueden oscurecer la imagen diagnoóstica que el médico necesita ver, son difíciles de colocar y además el blindaje no protege contra el mayor efecto de la radiación: la "dispersión", que ocurre cuando la radiación rebota dentro del cuerpo, incluso debajo del chaleco, y finalmente deposita su energía en los tejidos.
De igual forma, en 2019, esta misma organización recomendó que la protección de los pacientes se "discontinúe como práctica habitual", declaración respaldada por varios grupos, incluidos el American College of Radiology y la Image Gently Alliance, que promueve pruebas de imágenes pediátricas seguras.
En el próximo año también se espera que el National Council on RadiationProtection and Measurements, que ofrece orientación a los organismos reguladores, publique una declaración que respalde dejar de proteger de esta manera a los pacientes.
Sin embargo, expertos continúan recomendando que los trabajadores de salud en el área de imágenes se protejan con barreras de plomo, como una cuestión de seguridad laboral.
Varios hospitales ya han empezado a dejar esta práctica. Por ejemplo, el Hospital Lurie, de Chicago, lanzó la campaña "Abandonar la protección" para educar a personal, pacientes y cuidadores antes de abandonar el uso de chalecos que se emplea para la mayoría de los 70.000 procedimientos de rayos X realizados anualmente en Lurie.
Por otro lado, otros hospitales están preocupados por violar regulaciones estatales, ya que al menos 46 estados, incluido Illinois, requerían la protección de los órganos reproductivos si estaban cerca del área examinada, a menos que la protección interfiriera con la calidad de diagnóstico del examen.