Aunque Colombia es un país líder en la lucha contra la falsificación de medicamentos, es importante que el consumidor cuente con herramientas para identificar amenazas.
Frecuentemente se perciben nuevos incidentes y reportes relacionados con falsificación, adulteración y contrabando de medicamentos en muchos de los canales de distribución y venta, así como en la red institucional de salud pública de carácter pública y privada.
Lo anterior hacen que sean posibles víctimas de esta situación un gran número de personas que consumen productos falsificados, bajo la convicción que se trata de auténticos medicamentos, bien sean de marca o bien genéricos, incluyendo también aquellos denominados como de alto costo u otros que poseen una gran rotación en falsificación en el mercado, los cuales son susceptibles de producir las mayores ganancias a los delincuentes.
Para que el consumidor cuente con herreamientas para identificar estos fraudes, que potencialmente son dañinos para la salud y la economía de los pacientes, tenga en cuenta estas recomendaciones de la Asociación de Industrias Farmacéuticas de Colombia (ASINFAR).
Uno de los elementos a tener en cuenta son las formas farmacéuticas, las cuales se definen como: la combinación de la forma en la que el fabricante presenta el producto farmacéutico y la forma en la que es administrada. También se denominan preparados farmacéuticos, formas medicamentosas, formas farmacéuticas o de dosificación, o simplemente preparados a los productos elaborados a partir de las drogas para poder ser administradas al organismo.
Estos preparados pueden tener una o varias drogas y son confeccionadas por el farmacéutico o la industria farmacéutica. Existen en estado sólido, semisólido, líquido y gaseoso, soluciones, suspensiones, emulsiones o dispersiones coloidales.
Siempre que se adquiera un medicamento, ya sea de marca, genérico, con formula médica o sin esta, es muy importante que revise su empaque, el cual debe de cumplir con una norma que determina la información que aparece en el empaque secundario o sea su caja que lo contiene. La misma es previamente aprobada por la autoridad sanitaria del país. Además de la identificación se reflejan las condiciones de uso autorizadas para el medicamento y otros datos esenciales sobre el producto, por eso hay que observar lo siguiente.
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