Red de Clínicas San Pablo: sello de calidad y alta capacidad resolutiva

Gracias a su modelo de gestión inmediata que fomenta la aplicación de nuevas tecnologías, la Red de Clínicas San Pablo está a la vanguardia en el desarrollo de avances clínicos que lo convierten en un referente de innovación en salud en el Perú. 

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Con 31 años de experiencia en el sector salud peruano, la Red de Clínicas San Pablo, nace gracias al Instituto del Corazón San Pablo, asociación que tenía como objetivo atender pacientes a nivel nacional en distritos o regiones donde no hubiese una oferta de salud de calidad disponible para la población. 

Actualmente, la Red de Clínicas San Pablo cuenta con ocho sedes de atención integral, cinco de ellas ubicadas en Lima y tres distribuidas en las provincias de Arequipa, Trujillo y Huaraz.

Adicionalmente, cuenta con áreas especializadas en Lima, la primera enfocada en Cardiología y, la segunda en Medicina física y Rehabilitación.

En entrevista con la Revista El Hospital, Manuel Marroquín, gerente comercial corporativo de Grupo San Pablo, se refirió a las tácticas de sostenibilidad de la entidad, las prioridades del presupuesto y sus proyecciones a mediano y largo plazo. Algunos de estos factores son los que convierten a la Red de Clínicas en un referente de éxito en Perú y América Latina.

EH: ¿Cuáles son los pilares de gestión corporativa que los distingue de otras instituciones de  salud a nivel nacional e internacional?

CCO. Manuel Marroquín: Nosotros trabajamos en cuatro puntos fundamentales, los cuales consisten en:  

1. Seguridad del paciente: tenemos como prioridad velar por la seguridad del paciente al ser atendido por nosotros y en virtud de ello, nos acreditamos por la ‘Joint Commission International’ (JCI), uno de los organismos más prestigiosos a nivel mundial, que garantiza nuestros estándares de atención. Al momento hemos acreditado tres de las clínicas más grandes de la red y estamos en proceso de re acreditar las otras cinco. Todos nuestros nuevos proyectos los hacemos con los estándares de la JCI y eso nos permite tener protocolos de seguridad muy estrictos para la atención a nuestros pacientes. 

2. Calidad del servicio: Realizamos un trabajo permanente de revisión de nuestros procesos, para lo cual contratamos una empresa externa que nos evalúa de forma constante y nos especifica los aspectos que debemos mejorar de cara a brindarle a nuestros pacientes el servicio de calidad que merecen. 

3. Descentralización: Nuestra estrategia siempre ha sido estar donde el paciente nos necesita, evitando que los peruanos tengan que trasladarse grandes distancias para adquirir servicios de salud de calidad. Esta es la razón por la cual tenemos diferentes sedes en el Norte, Sur y Este de Lima, donde existe una alta demanda en servicios de salud y nos reconocen por la calidad que brindamos.

4. Modernización: Las innovaciones en medicina avanzan a pasos agigantados, por ello, de forma constante buscamos estar a la vanguardia en equipos para tratamientos cardiacos, neurológicos o de imágenes y tecnología médica que nos permita otorgar los mejores servicios y diagnósticos del mercado peruano. Contamos con un área de Informática biomédica que nos permite desarrollar investigaciones en conjunto con instituciones educativas y continuar desarrollando soluciones innovadoras para beneficio de nuestros pacientes. 

EH: ¿Cuáles son las tácticas de sostenibilidad financiera, inversión estratégica y distribución de presupuesto que aplican para manejar la volatilidad mundial?

CCO. Manuel Marroquín: Como Red de Clínicas, basamos nuestro crecimiento en una reinversión permanente. En el momento en que llegamos al 70% o 75% de nuestra capacidad instalada, iniciamos un proceso de ampliación estructural, lo que nos ha permitido estar en constante crecimiento tanto en materia de infraestructura como a nivel de equipos y capacitación a nuestros especialistas y colaboradores. 

Con la pandemia y por las diferentes medidas que se tomaron a nivel mundial, muchos proyectos que teníamos en cartera tuvieron que ser aplazados para darle prioridad a la emergencia sanitaria ocasionada por la COVID-19. Las estrategias que se colocaron en marcha en ese momento tuvieron otro foco y fue el ampliar la cobertura de las Unidades de Cuidados Intensivos, reaccionar de forma inmediata y ofrecer una amplia gama de servicios en todas nuestras clínicas.  

Para la adecuación estructural en atención de pacientes COVID-19 y en la implementación de tecnología para llevar a cabo la teleconsulta y telemedicina, invertimos alrededor de USD 6 millones entre el 2020 y 2021.

EH: En otras tácticas de sostenibilidad financiera, ¿cuál ha sido el efecto que ha generado la inflación en su corporación?

CCO. Manuel Marroquín: Si bien tenemos variaciones en nuestros márgenes de costos, hemos entrado en una fase de racionalización de los gastos y una política muy fuerte para motivar el incremento de ventas.

Todas estas medidas nos están permitiendo tener un crecimiento sostenido que nos hace ver con entusiasmo lo que puede pasar el otro año. 

EH: Algunas compañías han priorizado la inversión de su presupuesto en transformación digital en salud y capacitación del talento humano, ¿cómo ha sido su estrategia corporativa de presupuesto y en qué proyectos?

CCO. Manuel Marroquín: Durante los últimos dos años hemos priorizado todo lo relacionado con la pandemia, por lo tanto, nos parecía importante contar con una planta de oxígeno, así como dos laboratorios moleculares y Unidades de Cuidados Intensivos implementadas con tecnología de vanguardia.

Por otro lado, cuando se decreta la pandemia en Perú y el Gobierno ordena aislamiento total, nuestra preocupación se enfocó también en nuestros pacientes crónicos o con dolencias severas, que necesitaban recibir atención y sentían temor de salir de sus casas por la posibilidad de ser contagiados. Por ello, implementamos de manera inmediata la teleconsulta, estrategia que venía apoyada con medicina y pruebas de laboratorio a domicilio. Al ser la primera red de clínicas en adoptar este servicio, nuestra demanda de atención aumentó favoreciendo adicionalmente a los médicos que no contaban con los recursos tecnológicos para hacerle frente a la crisis sanitaria.

Por otra parte, priorizamos e invertimos en la implementación de la Historia Clínica Electrónica (HCE), este registro digitalizado de datos se encuentra en funcionamiento para siete de nuestras ocho clínicas de atención integral. La octava clínica se encuentra en proceso de transición, ya que estamos gestionando la compra del equipo que apoye el área de diagnóstico.

EH: Es interesante y vale la pena resaltar el hecho de que ustedes desarrollaran su propia planta de oxígeno, ¿la creación de esta infraestructura surgió en medio de la pandemia?

CCO. Manuel Marroquín: Sí. Al igual que la mayoría de las instituciones de salud del país, empezamos a tener problemas referentes al abastecimiento de oxígeno y en una de nuestras clínicas, que en ese momento era la que más demanda de atención tenía, decidimos implementar una planta de oxígeno. 

Dimos inicio a la adecuación de esta infraestructura con la importación de los equipos necesarios para atender problemas respiratorios y en 60 días, nuestra planta de oxígeno estaba en funcionamiento. El desarrollo de este avance tecnológico benefició la demanda de oxígeno para todas las clínicas de la Red San Pablo. 

EH: Usted comentaba con anterioridad la adquisición de dos laboratorios moleculares, ¿qué puede comentarnos sobre la inversión de equipos y talento humano que puso en marcha el funcionamiento de estos lugares especializados? Y ¿en dónde están ubicados?

CCO. Manuel Marroquín: Uno de los laboratorios está en Lima y el segundo en Arequipa, la inversión que se realizó en la adecuación de estos lugares de investigación fue de USD 2.500.000 aproximadamente, esto teniendo en cuenta que debíamos adquirir varios equipos necesarios para las actividades de estos laboratorios. 

Durante la pandemia, el Perú contaba solamente con un laboratorio molecular en el Ministerio de Salud y las clínicas no contaban con estos espacios de trabajo científico. Adicionalmente,

contratamos personal especializado como biólogos expertos en este tema, quienes nos asesoraron y nos ayudaron a llevar con éxito la implementación.

EH: ¿Cuáles son esos proyectos a corto, mediano y largo plazo que tiene actualmente la Res de Salud San Pablo?

Actualmente, estamos comprando y renovando todos nuestros equipos de imágenes, ampliando todas nuestras clínicas y retomando los proyectos que teníamos antes de la pandemia.

Nuestros proyectos más importantes consisten en la inauguración e inicio de operaciones de tres nuevas clínicas en Perú, de las cuales una sería en el distrito de La Victoria, una zona muy comercial y con alto flujo de transeúntes. Posteriormente, realizaremos una clínica especializada en la atención de mujeres y niños, la cual estará ubicada al costado de una de nuestras sedes al norte de Lima y otra clínica de atención integral que se construirá en la ciudad de Tacna. 

Estas clínicas contarán con una capacidad de 70 camas y tendrán un nivel de complejidad importante, pues se dará prioridad a la atención de emergencias médicas, hospitalización, cuidados intensivos y servicio ambulatorio.

EH: ¿Qué retos y que oportunidades tiene actualmente la Red de Clínicas San Pablo dentro del sistema actual de Perú?

En Perú como en otros países, la población está más preocupada por su estado de salud debido a la crisis sanitaria que ocasionó la pandemia. Sin embargo, las nuevas costumbres que se adaptaron como efecto del aislamiento social generaron otro tipo de problemas en materia de salud, como complicaciones en la postura e inconvenientes de orden psicológico. 

En consecuencia, nuestro reto principal consiste en estar acorde a los cambios postpandemia, mantener nuestro nivel de servicio activo y adecuado a la demanda de nuestros pacientes. Para ello, buscamos capacitar constantemente a nuestro personal médico y administrativo.

EH: Para finalizar, es importante mencionar que desde Revista El Hospital investigamos en concepto de ‘Ciudades Salud’, el cual está relacionado a un tema de gobernanza e iniciativas público-privadas que determinan los ministerios de cada país. 

Adicionalmente, este concepto incluye factores de transparencia, políticas públicas e interoperabilidad de diferentes entidades.

En Perú, ¿cómo ve usted este concepto de ‘Ciudades Salud’, ¿se aplica para alguna región en particular?

Yo creo que en Perú aún es lejana la posibilidad de etiquetar alguna región con el concepto de ‘Ciudad Salud’ porque las actividades están demasiado aisladas, no tenemos niveles de integración como es el caso de Colombia, donde está integrado todo el sistema de ambulancia y disponen para sus pacientes el servicio más cercano. 

Pero en nuestro caso, aún no contamos con un sistema ordenado que integre todos los modelos de salud. Sin embargo, confiamos en que habrá esfuerzos hacia los próximos años para mejorar este tipo de atención.