Pequeñas variaciones en el peso corporal podrían alterar la presión arterial

Profesionales adscritos a la Mayo Clinicen Rochester, Minnesota, Estados Unidos, adelantaron una investigación para determinar los efectos que podría tener el aumento de peso sobre la presión arterial (PA), encontrando que una ganancia de tan sólo cinco libras incrementaría la PA basal hasta 10 milímetros de mercurio.

El estudio tuvo una duración de ocho semanas, contando con la participación de 16 voluntarios sanos con edades comprendidas entre los 18 y los 48 años, a quienes se realizó una prueba de monitoreo ambulatorio de la presión arterial de 24 horas (presurometría) y exámenes de química sanguínea como requisito previo a la admisión. El grupo control estuvo conformado por 10 individuos, a quienes también se realizaron los precitados paraclínicos.

Una vez seleccionados, los participantes recibieron un suministro extra de entre 400 y 1.200 calorías diarias mediante el consumo de barras de chocolate, bebidas energizantes y malteadas, buscando aumentar su peso alrededor de un 5%. Por su parte, el grupo control continuó recibiendo el mismo esquema de alimentación al que estaba habituado.

Luego de conseguido el propósito y terminado el tiempo de estudio, los académicos pesaron y sometieron nuevamente a la presurometría de 24 horas a cada uno de los pacientes y al grupo control, encontrando que la PA de quienes aumentaron cinco libras de peso presentó una tendencia a la alta entre 4 y 10 milímetros de mercurio, siendo más evidente en los sujetos que incrementaron su porcentaje de grasa visceral.

Sin embargo, resultó alentador documentar que las concentraciones séricas de azúcar, colesterol e insulina no presentaron variaciones en quienes ganaron de cinco a once libras de peso corporal.

Con base en estos hallazgos, la Dra. Naima Covassin, líder del grupo académico, concluyó: “existen diferentes estilos de vida que tienen un impacto directo sobre la PA, fundamentalmente la dieta y el ejercicio físico. Por otra parte, la obesidad es una epidemia global en salud pública, siendo ésta el principal factor de riesgo cardiovascular. Muchas personas no prestan demasiada atención a las bajas ganancias de peso, pero nuestro estudio ha demostrado que unas pocas libras son suficientes para convertir a un individuo normotenso en prehipertenso o hipertenso”.