Mexicano analiza la relación entre la degeneración macular y las afecciones cardiovasculares

Gerardo Ledesma Gil, un oftalmólogo mexicano, propuso un protocolo de investigación —que está en curso— para conocer la relación entre la degeneración macular y las afecciones cardiovasculares. Gracias a este proyecto, el médico fue reconocido por el Programa Global de Premios en Oftalmología, financiado por Bayer, en la categoría Formación académica.

De acuerdo con la  Agencia Informativa Conacyt, la investigación inició en enero del presente año en el New York Eye and Ear Infirmary of Mount Sinai y en Vitreous Retina Macula Consultants of New York, bajo la tutela de los doctores R. Theodore Smith y K. Bailey Freund, oftalmólogos y retinólogos con experiencia en esta clase de proyectos a nivel internacional.

“Nuestro interés como grupo de investigación es dilucidar si existe una relación entre la degeneración macular relacionada con la edad y las afecciones cardiovasculares, además de investigar los factores de riesgo que pueden predisponer su desarrollo. Estudiaremos todos los factores de riesgo cardiovascular de pacientes con antecedentes de enfermedad coronaria como infarto, angina, prueba de estrés positiva, entre otros”, explicó Ledesma Gil en entrevista con la Agencia Informativa.

“Nuestro interés como grupo de investigación es dilucidar si existe una relación entre la degeneración macular relacionada con la edad y las afecciones cardiovasculares, además de investigar los factores de riesgo que pueden predisponer su desarrollo”,

explicó Ledesma Gil en entrevista con la Agencia Informativa.

El desarrollo de la degeneración macular relacionada con la edad se atribuye a una compleja interacción de factores genéticos y ambientales como el tabaquismo, hipercolesterolemia y ateroesclerosis, pero, de acuerdo con el oftalmólogo Ledesma, la asociación entre los problemas cardiovasculares y la degeneración macular relacionada con la edad hasta ahora no es clara.

El plan para ejecutar la investigación incluye a 100 pacientes y a 100 controles, que pasarán por una exploración oftalmológica completa y estudios diagnósticos auxiliares. Además, se estudiará cada historia clínica y se tomarán muestras de sangre para buscar biomarcadores de inflamación y realizar análisis genético.

“Esperamos que los resultados sean favorables y nos ayuden a entender mejor tanto las enfermedades cardiovasculares como la degeneración macular. Quizá más adelante podamos desarrollar nuevos abordajes terapéuticos y tratar de manera diferente esta condición”, finalizó Ledesma Gil.

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