Dolor crónico en niños: el padecimiento más subestimado en Latinoamérica

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Dolor crónico en niños: el padecimiento más subestimado en Latinoamérica

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El dolor crónico es una enfermedad que, según estudios, afecta a alrededor del 30% de la población entre 8 y 16 años. Conozca cómo atender este padecimiento en la región.

El dolor crónico es aquel que persiste durante un período prolongado de tiempo, generalmente más de 3 meses. Esto se acentúa, particularmente, en el caso de niños y adolescentes, quienes suelen ser más incomprendidos y peor tratados que los adultos, según el Dr. Jordi Miró, director de la Cátedra de Dolor Infantil de la Universitat Rovira i Virgili (URV) – Fundación Grünenthal.

“Pese a que el dolor crónico infanto-juvenil afecta a alrededor del 30% de la población de 8 a 16 años, la sociedad tiende a creer que ellos no experimentan dolor o que su impacto es menor que en los adultos, llevándonos a desestimar su sentir. Esto puede influir en su cronificación, y dificultad de tratar”, comenta el especialista.

El llamado a la atención del dolor crónico infantil

Ante esta situación y la necesidad de colocar el tema en el centro del debate, la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT), en representación de las 20 asociaciones que la conforman; la Sociedad Española del Dolor (SED); la Asociación Portuguesa para el Estudio del Dolor (APED); y el Consejo para el Dolor Infantil de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) firmaron la Declaración de Lima sobre el Dolor Infantil, en la que se comprometen a visibilizar la enfermedad, promover su estudio, mejorar la formación especializada y desarrollar tratamientos específicos para contribuir a disminuir las barreras que hoy enfrentan los pacientes.

“La Declaración de Lima nos permite llamar la atención de todos los actores de la región iberoamericana para tomar al dolor infanto-juvenil como un problema relevante. Esperamos que esta sea una herramienta que impulse acciones en favor del bienestar de los niños, y que su sentir y sufrimiento deje de ser invisibilizado”, señala el Dr. Miró.

Este documento, firmado en el marco del XIV Congreso Latinoamericano de Dolor, establece un decálogo de principios a tomar en cuenta en torno al dolor infanto-juvenil, entre los que se destaca el derecho a acceder a un tratamiento, la necesidad de un manejo interdisciplinar de la enfermedad y el requerimiento de políticas públicas que permitan la asignación de recursos para mejorar la formación, la atención, la investigación y la sensibilización en torno a esta enfermedad.

Conozca todo sobre el dolor crónico y su impacto en Latinoamérica aquí.

¿CÓMO ATENDER EL MANEJO DEL DOLOR CRÓNICO INFANTIL?

Dolor crónico en niños: el padecimiento más subestimado en Latinoamérica

La falta de acceso a medicamentos para el dolor, la falta de capacitación en el manejo del dolor en profesionales de la salud y la falta de conciencia pública sobre el impacto del dolor en la calidad de vida de los niños son algunos de los factores que contribuyen a este problema.

“En la región son insuficientes el número de unidades para el tratamiento del dolor y de profesionales de la salud capacitados, así como la falta de recursos asignados a programas de educación médica, son las principales barreras que impiden la adecuada atención del dolor crónico”, señaló Marco Narváez, presidente de la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT).

Por eso, además de realizar un adecuado diagnóstico, haciendo una revisión exhaustiva de la historia clínica, el origen del dolor, todas las pruebas necesarias desde diferentes puntos de vista profesional, es necesario empezar a proponer iniciativas de formación para el personal médico.

Formación y tecnología, aliadas en la atención del dolor crónico

Frente a este panorama, Grünenthal, farmacéutica alemana con sede en Colombia, dentro de su propuesta de valor para luchar contra este padecimiento adelanta una estrategia que tiene como pilares la educación y la comunicación. De esta manera, dispone de un robusto plan de Educación Médica Continua que contribuye al cierre de la brecha de conocimiento de los profesionales de la salud respecto al diagnóstico y manejo adecuado del dolor.

Así nació la plataforma “Change Pain”, la cual es gratuita y cuenta con más de 20 cursos para que los médicos se capaciten en el manejo de pacientes con esta condición y los entiendan mejor.

“Nuestro propósito de buscar un mundo sin dolor y poner al paciente en el centro nos lleva a trabajar y enfocar nuestros esfuerzos con la comunidad médica de todo el mundo”, precisó Javier Prada, General Manager de la Región Andina, y al tiempo comentó que Change Pain está avalada por la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor (ACED) y que gracias a ella más de 25.000 profesionales de la salud en el país cuentan con nuevos conocimientos para entender, diagnosticar y tratar el dolor.

Estos resultados de capacitación y sensibilización se han dado también por los convenios académicos que ha logrado establecer Grünenthal con prestadores de salud y aseguradores del país, así como programas de soporte en Educación Médica Continua con universidades y Asociaciones Científicas.

“Es crucial que en la academia se estudie sobre dolor, muchos estudiantes de medicina empiezan a entender esta enfermedad solo durante sus prácticas. Queremos que el estudiante de medicina tenga seis meses de formación al respecto y la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina adelanta esfuerzos para incluir en los planes de estudios programas en ese sentido”, dijo Prada.

¿Qué es el dolor crónico según la OMS?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el dolor crónico como "un dolor persistente o recurrente que dura más de tres meses y que afecta significativamente la calidad de vida del paciente".

Los tipos de dolor crónico según la OMS se pueden clasificar en las siguientes categorías:

Dolor nociceptivo: Este tipo de dolor es causado por un daño en los tejidos, como el dolor de espalda, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, entre otros.
Dolor neuropático: Es causado por un daño o disfunción en el sistema nervioso, como el dolor asociado con la neuralgia del trigémino o la neuropatía diabética.
Dolor somático: Es el dolor que se origina en los huesos, músculos, piel y otros tejidos blandos.
Dolor visceral: Se origina en los órganos internos, como el dolor de estómago, dolor abdominal, entre otros.

¿Qué tipo de dolor crónico es más común en niños?

En los niños, el dolor crónico puede manifestarse en forma de dolores de cabeza, dolor abdominal recurrente y dolor musculoesquelético general, que incluye dolor en las extremidades y dolor de espalda. En algunos casos, los niños pueden experimentar dolor sin causa conocida.

Estas quejas de dolor crónico pueden tener un impacto significativo en la vida de los niños, incluyendo ausencias escolares, dificultades para socializar, disminución en la participación en actividades recreativas y una menor calidad de vida en general.

De acuerdo con diversos estudios, alrededor del 30% de los niños y adolescentes experimentan dolor que dura tres meses o más. El dolor crónico es más frecuente en la adolescencia, especialmente a los 14 años, y afecta con mayor frecuencia a las niñas que a los niños.

Los niños con enfermedades crónicas o aquellos que han sido sometidos a varios procedimientos o cirugías dolorosos tienen una mayor probabilidad de experimentar dolor crónico.

Miró señala que la situación en Latinoamérica es similar a la de otras regiones en la que los pacientes se enfrentan a barreras como la minimización del dolor por parte de los padres o cuidadores, así como de los propios especialistas.

“La prevalencia del dolor crónico infanto-juvenil está aumentando y no es un problema exclusivo de un país o un continente. La falta de investigación e insuficiente formación médica, son dos de los principales factores que interfieren en el tratamiento de esta población”.

Dolor crónico en cáncer

El dolor crónico es un problema común en los niños que padecen cáncer. En algunos casos, puede ser causado por el cáncer en sí, mientras que en otros puede ser el resultado de los tratamientos para el cáncer, como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.

El dolor en los niños con cáncer puede ser agudo o crónico y puede afectar su calidad de vida. Los pacientes que experimentan este padecimiento pueden tener dificultades para dormir, comer y participar en actividades diarias normales.

Es importante que el dolor crónico en los niños con cáncer sea evaluado y tratado de manera adecuada y oportuna para mejorar su calidad de vida y reducir su sufrimiento. El tratamiento puede incluir medicamentos para el dolor, terapias no farmacológicas, terapias complementarias y atención paliativa.

La atención paliativa puede ser particularmente útil en el manejo del dolor crónico en los niños con cáncer. Los equipos de atención paliativa pueden trabajar con los niños y sus familias para desarrollar planes de cuidados integrales que aborden no solo el dolor, sino también otros síntomas y necesidades emocionales y psicológicas. Esto puede ayudar a mejorar la calidad de vida del niño y la calidad de vida de la familia en general.

¿Qué tecnologías pueden ayudar en el tratamiento del dolor crónico?

La investigación en el ámbito de la salud sigue siendo altamente valorada, tanto por los profesionales de la salud como por los pacientes que sufren de dolor crónico. Así mismo, ofrece una oportunidad para encontrar nuevas soluciones que puedan aliviar el malestar constante y persistente que experimentan los pacientes con dolor crónico, lo que les brinda una luz de esperanza en la búsqueda de una mejor calidad de vida.

Estas son algunas tecnologías que hoy en día pueden ayudar al tratamiento del dolor crónico:

Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS): esta técnica utiliza impulsos eléctricos de baja intensidad para estimular los nervios y reducir la sensación de dolor.
Terapia de estimulación eléctrica del cerebro profundo (DBS): esta terapia utiliza un pequeño dispositivo implantado en el cerebro para enviar impulsos eléctricos a regiones específicas del cerebro para controlar el dolor.
Neuromodulación de la médula espinal: esta técnica utiliza un pequeño dispositivo implantado en la médula espinal para enviar impulsos eléctricos y bloquear la transmisión del dolor.
Terapia láser: esta terapia utiliza luz de alta energía para estimular las células y reducir el dolor y la inflamación.
Realidad virtual (VR): esta tecnología utiliza gafas de realidad virtual para crear un entorno virtual que puede ayudar a distraer al paciente del dolor y reducir la sensación de dolor.
Aplicaciones móviles: existen aplicaciones móviles que pueden ayudar a los pacientes a realizar un seguimiento de su dolor y proporcionar herramientas para la gestión del dolor, como la meditación y la relajación.
Robótica: algunos dispositivos robóticos pueden ayudar a los pacientes a realizar ejercicios de fisioterapia para reducir el dolor y mejorar la función física.