Este modelo da prelación a la asistencia ambulatoria y propicia la transferencia del paciente del hospital a su ambiente familiar, con lo cual se logra mejorar la atención y la utilización más eficiente de los recursos.
Definición
Entre las múltiples definiciones de hospitalización domiciliaria que se encuentran en la literatura especializada, la más descriptiva, desde el punto de vista técnico, es la de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que dice: "Es la provisión de servicios de salud por parte de cuidadores formales o informales, en el hogar, con el fin de promover, restablecer o mantener el máximo nivel de confort, funcionalidad y salud, incluyendo cuidados tendientes a dignificar la muerte. Los servicios domiciliarios pueden ser clasificados por categorías en promoción, prevención, terapéuticos, rehabilitación, cuidados crónicos y paliativos".
Esta definición engloba todos los tipos de atención, los incluye en el contexto del hogar y además introduce la figura del cuidador no formal como parte del modelo, lo cual es de vital importancia para la aplicación del mismo, pues fomenta el autocuidado y la participación de la familia en el proceso de atención.
Específicamente, una buena definición de hospitalización domiciliaria sería: "Trasladar al hogar del paciente el personal, los servicios y la tecnología necesarios para su recuperación o tratamiento en igual cantidad y calidad que en el hospital, propiciando la participación activa del paciente y su familia en el proceso terapéutico".
Reseña histórica
La atención domiciliaria en salud es tan antigua como la medicina misma. En el juramento de Hipócrates se encuentra: "En toda casa que yo visite iré solo para beneficio del enfermo, permaneciendo libre de toda injusticia intencional, de toda acción mala y en particular de relaciones sexuales con mujeres u hombres, sean ellos libres o esclavos...". Hipócrates (400 a. C.).
En las cartas morales a Lucilio, Séneca (4 a. C.-65 d. C.) habla de Seneción y sus visitas a un enfermo moribundo: "Este hombre, dotado de gran sobriedad (Seneción Cornelio), tan atento a su patrimonio como a su salud, aquella mañana me había visitado como de costumbre, había asistido todo el día y parte de la noche a un amigo enfermo y desahuciado, y después de haber cenado alegremente, sufrió el ataque de una dolencia fulminante, la angina, que apretándole la garganta, lo tuvo agonizando hasta la madrugada" (Carta CI, sobre la muerte de Seneción).
En la Edad Media y el Renacimiento, los textos de historia de la medicina relatan los tipos de atención médica, y en ellos se encuentran múltiples testimonios del uso del modelo de hospitalización domiciliaria, que estaba reservada a los poderosos y a las personas con capacidad de pago, y era prestada por personas prestantes de la sociedad; y el de atención en monasterios e instituciones de caridad, que dependían de organizaciones religiosas y atendían a los pobres e indigentes.
En el siglo XX persiste la atención domiciliaria y se inicia el auge de la institucionalización de atención en salud. "Para 1900, en el Reino Unido el 70% de las muertes se da en el domicilio y 30% en instituciones, hoy esa proporción es inversa", dice J. Montoya Carrasquilla, en su libro Cuidados paliativos, pasado, presente y futuro.
En 1947 se inaugura, en el Montefiore Hospital del Bronx de NY, E. U., el primer programa formal de hospitalización domiciliaria, con el fin de descongestionar las salas hospitalarias y brindar a los pacientes un ambiente más humano y favorable a su recuperación. En 1951 se crea, en el Hospital Tenon en París, la primera unidad de hospitalización domiciliaria en Europa, y en 1957 se establece, en la misma ciudad, el Sante Service, una ONG que presta servicios de cuidados paliativos a pacientes con enfermedades crónicas y en fase terminal.
En 1965 nace, en el Reino Unido, el Hospital Care at Home. En la década de los 70 se desarrolla el modelo de hospitalización domiciliaria en Alemania y Suecia, y en 1980 elospedalizzacione a domicilio en Italia.
Los años 80 generan un gran desarrollo del modelo de hospitalización domiciliaria en Europa y E. U., por dos grandes razones. En Europa, una gran cantidad de sobrevivientes de la segunda guerra mundial, que nunca conformaron nuevas familias, después de haberlas perdido en la guerra, se convirtieron en octogenarios solitarios, y a medida que perdían la capacidad de valerse por sí mismos, su salud se deterioró dramáticamente, congestionando los centros hospitalarios y aumentando la morbimortalidad de este grupo etáreo. Como respuesta a este problema aparecieron los modelos de hogares asistidos, los hospicios o unidades de cuidados intermedios, brindados por enfermería (Nursing Homes), y los servicios de hospitalización en casa. Al mismo tiempo, en E. U. el sistema de salud se enfrenta a una situación crítica, causada por los elevados costos de su modelo de atención, altamente institucionalizado, y por el intenso uso de la tecnología, que lo lleva a buscar modelos de mayor eficiencia en el manejo de los recursos, manteniendo buenos niveles de calidad y satisfacción al usuario. Esto da origen a la industria del home care, que para el año 2000 reportó ventas por 60 billones de dólares, 17.000 entidades dedicadas a proveer servicios o suministros, 700.000 empleos directos y la atención de ocho millones de personas (Health Services Industry Report. Health Care Group, Research Note. Dean Witter).
En 1992 se reconoce oficialmente en Francia la hospitalización domiciliaria, a través de los Decretos de Octubre; y en 1996, la oficina Europea de la OMS inicia el programa From Hospital to Home Health Care, dirigido a promover, estandarizar y registrar adecuadamente esta modalidad de atención.
En América Latina el modelo ha tenido un impulso importante, como una herramienta para la optimización del uso de los recursos hospitalarios, manteniendo un alto nivel de resolución y satisfacción de los usuarios a costos razonables.
Tipos de entidades que prestan servicios de hospitalización domiciliaria
Los servicios de hospitalización domiciliaria son prestados por diferentes tipos de entidades, entre las que se identifican como más importantes:
- Las dependientes de las empresas dedicadas al aseguramiento de la población en países donde existen modelos de seguridad social basados en esa herramienta, Isapres en Chile, EPS en Colombia, etc.
- Las extensiones de servicios hospitalarios.
- Las empresas independientes que comercializan y venden sus servicios a aseguradoras y pacientes particulares.
- Las extensiones de centros médicos de nivel básico que aplican modelos de medicina familiar.
Situación actual del modelo de atención domiciliaria
En el análisis de la situación actual de la hospitalización domiciliaria en el mundo se encuentra:
- Un contexto económico y social que impone el uso óptimo de los recursos.
- Poca difusión del modelo.
- Desarrollo desigual.
- Heterogeneidad en los programas que se ofrecen.
- Desconocimiento del modelo de atención por parte de los pacientes.
- Renuencia de los médicos a prescribir el modelo.
- Escasez de estudios que examinen objetivamente el impacto del modelo.
- Falta de claridad en la normatividad oficial.
- Altos niveles de satisfacción de los usuarios.
Beneficios de la atención domiciliaria
Al evaluar los beneficios de la hospitalización domiciliaria debemos tener en cuenta al paciente, a la clínica y las entidades de aseguramiento.
Beneficios para el paciente
- Le brinda la posibilidad de recibir atención en su propio entorno.
- Permite la participación del paciente y su familia en el proceso terapéutico (autocuidado).
- Disminuye el gasto autónomo, entendiendo por este todo aquel en que incurre un paciente o su familia con motivo de una hospitalización, así cuente con un asegurador que pague por ella.
- Disminuye el riesgo de infecciones hospitalarias, las cuales en Estados Unidos afectan al 5% de los pacientes hospitalizados, extienden la hospitalización en cuatro días promedio, causan directamente 20.000 muertes al año y generan costos al sistema de salud por 10 billones de dólares (Tice Alan D. Hand book of outpatient parenteral therapy).
Beneficios para la clínica
- Disminuye la estancia hospitalaria: el mejorar este indicador implica aumentar la rotación de camas; esto permite la atención de mayor número de pacientes en fases iniciales de la enfermedad, en las cuales se requieren ayudas diagnósticas, interconsultas, salas de procedimientos, cirugía, anestesia y, en general, procedimientos de alto valor agregado, que generan ingresos importantes a la clínica; cuando el paciente entra en la fase estable de recuperación, ya no requiere de estos servicios y empieza a consumir servicios prioritariamente de hotelería, los cuales no solo son poco rentables, sino que la no disponibilidad de esa cama impide la recepción de nuevos pacientes que activen las demás áreas; es entonces cuando la hospitalización domiciliaria se convierte en un complemento importante de la clínica.
- Simplifica la administración: la atención hospitalaria exige de las instituciones servicios no asistenciales, que tiene un alto costo y no generan ingresos, o estos son marginales, como la adecuación de espacios para visitas, cafeterías, parqueaderos, vigilancia, etc., los cuales en el caso de los pacientes de larga estancia son cada vez mas onerosos y afectan la rentabilidad de la clínica. Trasladar al paciente tempranamente a su casa, para continuar su tratamiento, libera a la institución de estos gastos.
Beneficios para el asegurador
- Mejora la disponibilidad del recurso hospitalario para sus afiliados.
- Genera altos niveles de satisfacción en pacientes y familias.
- Racionalización en los costos de hospitalización: la hospitalización domiciliaria tiene un costo significativamente inferior a la hospitalización institucional. Según un estudio realizado por el autor, en Colombia, esta diferencia fluctúa, según el tipo de producto, entre alrededor de 30% para el Plan Obligatorio de Salud y 60% para planes complementarios, medicina prepagada y pólizas; la gran dificultad para el cálculo de este ahorro está en la multiplicidad de tarifas para la contratación de los servicios hospitalarios, las cuales son diferentes según los planes y las empresas aseguradoras que los contratan; igualmente, según la clínica que se evalúa.