Según un estudio realizado por investigadores de la Yale School of Public Health en New Haven, CT, Estados Unidos, publicado en la revista Cancer epidemiology, biomarkers and prevention, el consumo regular y prolongado de aspirina podría disminuir el riesgo de padecer cáncer de páncreas.
El estudio fue desarrollado desde 2005 hasta 2009, reclutando una población de 1.052 pacientes provenientes de los 30 hospitales generales de Connecticut. De este total, 362 pacientes fueron diagnosticados con cáncer de páncreas y 690 fueron controles sanos.
Los participantes fueron interrogados respecto al consumo actual o previo de aspirina, la dosis de la misma, la regularidad de la toma, el tiempo total de consumo y el motivo de suspensión, si aplicaba.
Adicionalmente, los sujetos fueron organizados por grupos teniendo en cuenta su índice de masa corporal, historia familiar de diabetes y consumo de licor y tabaco. Del total de casos y controles, 57% de los individuos eran hombres, 43% mujeres, 92% de raza blanca no hispanos, 49% fumadores y 19% habían sido diagnosticados con diabetes dentro de los tres años previos al inicio del estudio.
De estos 1.052 sujetos, 96% consumían dosis diarias de aspirina de entre 75 y 325 mg, por lo cual fueron etiquetados como “usuarios de bajas dosis”. El 4% restante tomaba una cantidad que superaba esta cifra, siendo así clasificados como “usuarios de dosis regulares altas”.
Los resultados del estudio mostraron que, entre más temprana fue la edad en que el paciente comenzó a consumir dosis bajas de aspirina, más fueron los puntos porcentuales que disminuyó su riesgo de padecer cáncer de páncreas.
Al abordar el resultado con más detalle, los científicos observaron que aquellos pacientes que comenzaron a tomar dosis bajas diarias de aspirina dentro de los tres años previos al inicio del estudio, presentaron una disminución del 48% del riesgo de cáncer pancreático, mientas que aquellos que comenzaron su medicación entre 3 y 20 años antes del inicio del estudio, tuvieron un 60% menos de riesgo.
Por otra parte, se detectó que quienes consumían aspirina y la suspendieron por cualquier motivo durante más de dos años, triplicaron su riesgo de padecer esta enfermedad. El Dr. Harvey Risch, líder del equipo académico, concluyó al respecto que “parece haber una noticia alentadora con respecto al consumo de aspirina diariamente en dosis bajas, ya que ayuda no sólo a disminuir el riesgo cardiovascular, sino también el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas (…) Sabemos que se necesitan más estudios para estandarizar esta práctica y obtener conclusiones más precisas, pero el camino ha mostrado hasta ahora resultados satisfactorios”.