Analizan efecto de la humedad relativa en las salas de cirugía

Según un estudio publicado por el Colegio Americano de Ingeniería Clínica, y la Asociación Americana para el Avance en Instrumentación Médica, entre otras reconocidas instituciones, un nivel de humedad relativa promedio menor a 30% en la sala de operaciones puede tener un impacto negativo en la integridad y funcionalidad de algunos equipos biomédicos electrónicos y/o estériles.

De acuerdo con el estudio, las instituciones prestadoras de servicios de salud deben esforzarse por aumentar el grado de humedad relativa en estos espacios, con el fin de ajustarse a los parámetros fijados por expertos internacionales en el tema.

La iniciativa  nació en el año 2010, a partir de una reunión convocada por la Sociedad Americana de Ingenieros de Calentamiento, Refrigeración y Aire Acondicionado, en la que se comenzó a recopilar y revisar la evidencia disponible acerca de los efectos de la humedad relativa en salas de cirugía.

El estudio indica que la humedad relativa en la sala de operaciones debe oscilar entre 30% y 60%, en especial por la sensibilidad que presentan algunas máquinas de anestesia ante las variaciones que escapan de este porcentaje. “Niveles diferentes pueden averiar la carcasa de algunos dispositivos y comprometer la precisión de algunos indicadores biológicos y químicos. De igual forma, los electrodos para el monitoreo de signos vitales podrían arrojar datos poco confiables si su integridad se encuentra comprometida”, consigna la publicación.

La importancia de la humedad relativa radica en que, si esta se altera, pueden presentarse pulsos de descargas electrostáticas que destruyen y descalibran algunos equipos o sus partes, además de impactar sobre el funcionamiento del software. Por otra parte, las personas que manipulan dichos dispositivos pueden recibir descargas eléctricas súbitas, lo que enciende las alarmas en lo referente a la integridad física del personal sanitario y de los pacientes.

Con base en tales argumentos, el estudio propone a la industria de tecnología médica y a los centros de salud que verifiquen con detalle el diseño y ensamblaje de sus equipos, y se comprometan con la construcción de la infraestructura necesaria para garantizar una atención segura y de alta calidad a los pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas. Además, sugieren  que en las instalaciones se mantengan niveles estables de humedad relativa, incluso en situaciones climáticas adversas.

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