Proyecciones en video ayudan a niños a superar miedo durante examen de resonancia magnética

Especialistas del Centro Clínico Dortmund, en Alemania, diseñaron un espacio para que niños pacientes asimilen de mejor manera el proceso de escaneo al que deben someterse cuando requieren imágenes por resonancia magnética.

Con la ayuda de varios proyectores montados en el techo, la sala en la que se encuentra la unidad de resonancia magnética, puede ser transformada en distintos espacios para que los niños observen durante el examen una película proyectada en la pared a 270 grados. Ambientes como una playa, un zoológico con animales o un campo de flores, además de la máquina que también se ilumina, componen una experiencia de diseño de interiores único en su tipo.

El mayor desafío para los menores de edad es permanecer inmóviles mientras están acostados en la mesa que se desliza dentro del túnel por los 20 a 30 minutos que tarda la prueba. “Muchos niños tienen miedo de este examen ya que se enfrentan a una máquina grande, desconocida y ruidosa. Los pacientes de cáncer en particular, necesitan estar regularmente en una unidad de resonancia magnética para controlar el éxito del tratamiento. Es más, algunos niños también son claustrofóbicos”, explica el director médico del Departamento de Radiología y Neurorradiología del Centro Clínico Dortmund, Stefan Rohde, en entrevista para el portal de la feria de tecnología en salud  MEDICA.

De la quietud de los pacientes depende la nitidez de las imágenes que los radiólogos necesitan. “Anteriormente, a menudo sólo se podía lograr esto si el niño estaba sedado. Gracias a esta idea, se puede minimizar el estrés añadido y prescindir de la anestesia siempre que sea posible”, comenta el profesor Rohde. “Ya se puede renunciar a entre el 40 y el 50 por ciento de la sustancia química para infantes de hasta diez años de edad”, añade.

Un elemento importante del proyecto, es la manera en la que los niños son introducidos al examen, esto se logra mediante una experiencia divertida en la cual se les acerca a una máquina hecha de plástico -a una escala 1:1- en la que junto con sus padres pueden practicar la situación. Psicólogos infantiles y trabajadores sociales observan y  luego determinan si el infante es capaz de manejar el examen en la unidad real sin sedación.

El directivo señala que el factor decisivo es que se pueda practicar en el modelo de plástico para que la situación desconocida se resuelva. “Gracias al espejo, los pacientes también sienten que  son empujados ​​de la máquina de nuevo en la parte posterior. Esto les ayuda a afrontar mejor el espacio estrecho. La gran abertura de 70 centímetros en comparación con el diámetro de 55 centímetros, típico de muchas máquinas, también permite que los padres se acuesten con sus hijos”.

El concepto es sin duda adecuado para pacientes adultos que sufren de claustrofobia,  demencia o  desorientación porque también se les puede distraer con la proyección de videos, es por eso que la máquina también se utiliza con adultos en algunos casos.