Programas de atención crónica para hispanos reducirían ingresos hospitalarios

Ejecutivos y administradores de los hospitales empiezan a darse cuenta de la disparidad de atención médica que existe entre los habitantes de los Estados Unidos. Diferencias culturales o lingüísticas, falta de acceso a servicios preventivos y de asistencia primaria, así como estar sin seguro médico, son algunas de las barreras que enfrenta la población y que los líderes hospitalarios desean encarar con programas de atención crónica, diseñados específicamente para aumentar el cuidado de pacientes hispanos, señala la publicación de Healthcare Business & Technology.

Uno de los enfoques sugeridos para conseguir este propósito, es asociarse con un proveedor de administración de atención crónica que comprenda y pueda responder a las necesidades médicas insatisfechas y el acceso limitado. Dicho proveedor debería tener la capacidad de ofrecer plataformas digitales accesibles, bilingües, culturalmente relevantes y que incluyan no solo un programa de gestión de afecciones graves, sino también medicamentos, rayos x asequibles, servicios de telesalud y que cumplan con la Ley de Responsabilidad y Portabilidad del Seguro de Salud. También se recomienda buscar una solución clínica para pacientes con diabetes, hipertensión, asma y obesidad.

En cuanto a condiciones crónicas, el cáncer es la principal causa de muerte entre los hispanos con el 21%. A pesar de una menor incidencia entre las poblaciones minoritarias, algunos grupos tienen una peor supervivencia a las enfermedades de la sangre. Un ejemplo es el estudio que determinó que los pacientes negros e hispanos con leucemia mieloide aguda (LMA), aumentaron el riesgo de muerte en un 12% y 6% respectivamente en comparación con los blancos no hispanos.

Si bien las personas hispanas tienen menos probabilidades de ser diagnosticadas con los cánceres más comunes que los estadounidenses blancos -no hispanos-, tienen un mayor riesgo de cáncer asociado con agentes infecciosos, como el hígado, el estómago y el cuello uterino. Por otro lado, los hombres mexicoamericanos y puertorriqueños estadounidenses mueren al doble de la tasa de blancos no hispanos por cáncer de estómago y de hígado, los dos tipos más preocupantes para esta población.

Las estrategias efectivas para disminuir las tasas de cáncer entre la población en mención, incluyen el uso de asesores de pacientes culturalmente apropiados y programas de intervención específicos basados en la comunidad para aumentar las tasas de detección, vacunación y fomentar comportamientos de estilo de vida saludables.

Por otra parte, es importante señalar que el nivel de adopción de tecnología entre los hispanos es alto y esto presenta una oportunidad de  acceso a la atención médica para esta población en constante crecimiento. Algunas soluciones proporcionan una tarjeta de ahorro de medicina gratuita para que los consumidores, que pagan en efectivo, puedan ahorrar en medicamentos de marca y genéricos en una amplia red de farmacias. Una plataforma de telemedicina bilingüe que facilite consultas por video con médicos con licencia estatal y certificados por la junta, es esencial para ayudar a las familias hispanas.

Con una población estadounidense cada vez más diversa, será imperativo que los resultados mejoren entre todos los grupos raciales y étnicos para superar las disparidades actuales en incidencia y supervivencia para pacientes diagnosticados con neoplasias hematológicas. La investigación en esta área debe evaluar los determinantes sociales y las hipótesis biológicas para estas diferencias.