Memorias del foro sobre innovación, salud y sostenibilidad en Colombia en los próximos 60 años

En marzo pasado, el Instituto Científico Pfizer Colombia celebró un foro sobre salud y sostenibilidad en los próximos 60 años. Los ejes temáticos del foro giraron en torno a las iniciativas y acciones encaminadas a beneficiar a la población de la tercera edad en el mundo, las  políticas de Estado en torno a la atención de la vejez y la sostenibilidad fiscal del sistema de salud.

El evento contó con la presencia de los doctores Carlos Alberto Cano, Martha Peláez, Diego Roselli y Morten Sogaard. El Dr. Cano funge actualmente como director del instituto de envejecimiento y del postgrado en geriatría de la Pontificia Universidad Javeriana, además de desempeñarse como miembro del comité ejecutivo de la Academia Latinoamericana de Medicina del Adulto Mayor (ALMA). En su discurso, Cano manifestó que el 10% de la población colombiana tiene más de 60 años, y se espera que para el año 2050 esta cifra alcance el 24%. Mencionó también que los ancianos constituyen el grupo poblacional de más rápido crecimiento en América Latina, dato asociado a que la expectativa de vida se ha incrementado significativamente en los últimos años. El panorama en salud para nuestros viejos muestra cifras contundentes: el 95% de los adultos mayores de 60 años cuenta con algún tipo de afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud.

El 48% de los ancianos en Colombia son pobres, probablemente por el alto índice de empleo informal y poco acceso a la cotización formal en el SGSSS. Solamente un cuarto de los colombianos mayores de 60 años logra acceder a una pensión, siendo las mujeres quienes menor posibilidad tienen de alcanzar tal cometido, afirmó el Dr. Cano. Sugirió además que el Estado podría generar intervenciones estratégicas en los modelos de atención al adulto mayor, abordando integralmente problemáticas como la violencia y el desplazamiento, discapacidad física, depresión, soledad, pobreza, fragilidad y malnutrición. Concluye su ponencia diciendo: “no existen en Colombia políticas públicas para la protección integral al ser humano de la tercera edad”.

Por su parte, la Dra. Martha Peláez, Ph.D, directora de la iniciativa de envejecimiento saludable de la Health Foundation of South Florida y exdirectora ejecutiva de la ALMA, propuso el concepto de “envejecimiento sostenible”, considerando que en Latinoamérica hay más ancianos que niños menores de cinco años. Dicho concepto está encaminado a la gestión de modelos que permitan contener los costos en salud sin comprometer la calidad en la atención al adulto mayor, fomentando programas de vida activa saludable, mantenimiento óptimo del nivel funcional, independencia y nutrición adecuada para los mayores de 60 años.

La Dra. Peláez enfatiza en que nuestras sociedades no cuentan con los recursos suficientes para financiar una política de tal envergadura, proponiendo un principio de colaboración público/privada y de solidaridad social entre generaciones para solventar tales carencias. El 80% de los pacientes mayores de 60 años tienen al menos una enfermedad crónica, y el 50% de éstos tienen dos o más. “Debemos preocuparnos por propiciar el desarrollo de ciudades amigables con las personas mayores, entrenar promotores de salud y buscar que nuestros ancianos tengan un envejecimiento informado, responsable y activo”, afirmó la dra. Peláez, añadiendo además que “el tratamiento de esta problemática requiere innovación, pues el tema fundamental no es cómo evitar el envejecimiento sino cómo, con los recursos que tienen las ciudades, el entorno y los sistemas de salud, se logra una atención integral a esta población que garantice su calidad de vida”.

El Dr. Diego Roselli, médico neurólogo y epidemiólogo, presentó su estudio “La salud en Colombia: ayer, hoy y mañana”, en el cual abarca la perspectiva evolutiva de la salud en Colombia durante los últimos 60 años, resaltando que en este período de tiempo se han alcanzado más avances científicos que en los cuatro siglos precedentes y se ha duplicado la expectativa de vida. Aduce que dichos avances obedecen a tres factores principales: la introducción de los antibióticos en la terapéutica médica, el desarrollo de las vacunas y la reducción en la mortalidad asociada al embarazo.

“Resulta evidente que dicho incremento en la expectativa de vida incrementa también la incidencia de enfermedades crónicas tales como hipertensión arterial, diabetes, falla renal crónica y enfermedad cardiaca. Se estima que 1/3 de la población fallecerá por enfermedades del corazón y otro tercio por cáncer (…) Por otra parte, la incidencia de enfermedad renal crónica crece un 5% anualmente en Colombia, generando costos cada vez más difíciles de asumir para nuestro sistema de salud”, agrega el Dr. Roselli, quien concluye su ponencia planteando el siguiente interrogante: “¿Está preparado nuestro sistema de salud para asumir este reto?”.

Cerró la charla el Dr. Morten Sogaard, Ph.D, director ejecutivo de biotecnologías y medicina de precisión, y líder del programa de innovación en investigación y desarrollo externo de laboratorios Pfizer. El Dr. Sogaard plantea que los sistemas de salud pueden llegar a ser eficientes y costo-efectivos a través de la “medicina de precisión”. Destacó la enfermedad como una entidad multifactorial potencialmente intervenible y prevenible, aduciendo que en el futuro podríamos acudir a la genómica para identificar los factores de riesgo de cada paciente, permitiendo proponer una intervención precisa y oportuna en aras de evitar un desenlace crónico y costoso.

“La medicina de precisión es un modelo que presenta intervenciones terapéuticas para atacar directamente los mecanismos causantes de una enfermedad, aumentando la probabilidad de un resultado efectivo y reduciendo las posibles reacciones adversas. Este sistema médico pretende acabar en el mediano plazo con el modo en que los medicamentos son prescritos de manera generalizada, con el fin de hacer más costo efectivo y seguro el tratamiento de enfermedades crónicas. Es necesario tener en cuenta que la cuarta causa de muerte en el mundo reposa en las reacciones adversas a medicamentos, afectando a 2.2 millones de personas y generando costos anuales por cerca de USD 177.000 millones”¹.

La perspectiva respecto al tema de la vejez es amplia. Se han identificado muchos frentes susceptibles de intervención y se adelantan investigaciones para identificar los restantes y proponer soluciones tangibles y aplicables en el corto y mediano plazo. El camino por recorrer en este aspecto es aún extenso.