La propuesta de transformación de los hospitales y clínicas colombianos

La propuesta de transformación de los hospitales y clínicas colombianos

Comunicate con el proveedor:

Contactar

!noticia guardada!

En el marco del 10° Congreso de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), celebrado en simultaneidad con la Feria Internacional de la Salud, III Meditech 2012, entre el 8 y 11 de mayo, la asociación fomentó una profunda discusión en relación con la situación actual del sistema de salud colombiano y presentó al auditorio una propuesta concreta que más que una reforma, contiene las bases para una transformación de fondo del sistema. Asimismo fortaleció su posición invitando a importantes formadores de opinión, representantes del gobierno y personajes políticos, para que discutieran frente al auditorio la situación actual del sistema y reflexionaran acerca de la necesidad de intervención. La asociación reservó un espacio en el evento para la intervención en diferido del Padre Francisco de Roux, provincial de los Jesuitas en Colombia, quien muy oportunamente ambientó el evento sobre una serie de consideraciones morales y éticas bastante a tono con las actuales deficiencias del sistema y, principalmente, con las más recientes denuncias de corrupción que lo aquejan.

El equipo editorial de El Hospital ha querido ofrecer a sus lectores, más que una síntesis e interpretación propia de lo dicho, una transcripción casi literal del discurso de la ministra de salud, la doctora Beatriz Londoño, y de las dos elocuentes intervenciones del doctor Juan Carlos Giraldo, director general de la ACHC. El lector debe sacar sus propias conclusiones y como siempre, nuestras páginas siguen abiertas para servir de medio para un debate productivo donde todas las opiniones serán tratadas por igual y tendrán la misma relevancia.

Discurso de bienvenida, Dr. Juan Carlos Giraldo
En su discurso de bienvenida el doctor Juan Carlos Giraldo describe la feria como un acto de fe bienal. De cierta forma, señala, la celebración de Meditech III constituye un milagro, es un momento importante de reflexión de país.

El sector salud está constituido por compañías, instituciones y personas que en el día a día le ‘ponen la cara’ a la atención con fe y vocación, y por compañías éticas que creen en la innovación. No obstante, una cosa es el sector y otra el sistema de salud. El sistema posee dificultades que llevan a la ACHC a catalogarlo como un sistema fallido. Es la gran paradoja de un sector que da muestras de vida y que piensa en el futuro, pero que coexiste con un sistema que se ha convertido en un lastre que impide el mejor funcionamiento del sector y de las personas, y que afecta el acceso a la atención.

El director de la ACHC deja un mensaje en el sentido de que el acto de fe que se expresa por medio de congresos e ideas, sirva de ejemplo a los que toman las decisiones para que el sistema se convierta en un impulsador del sector como uno de los polos de desarrollo del país. Promete presentar una propuesta de cambio del sistema en que busca que la dualidad se acabe en el país para que tengamos el sistema que el sector se merece.

Intervención de la Dra. Beatriz Londoño, Ministra de Salud
En su conferencia durante la apertura del congreso, la ministra de salud señala la importancia de que el desempeño sea tenido en cuenta y no se soslaye. El logro de mejores resultados debe reflejarse en una mejor compensación. Destaca la necesidad de garantizar la protección de las familias a nivel financiero mediante un esquema de aseguramiento con fortaleza financiera y basado en una relación precisa y transparente entre los actores.

En cuanto a la integración vertical, el tema está próximo a ser discutido en el Congreso de la República. Adelanta la ministra que la integración vertical no regulada ha promovido prácticas que se consolidaron a lo largo de los años, permitiendo que se presenten dificultades en el manejo de los recursos. Considera que no se han dado explicaciones a los afiliados de cómo los recursos de la UPC estaban en algunos casos siendo dilapidados, situación que amerita mantener el trabajo con los organismos de control y buscar la alineación en todos los niveles de gobierno con la participación también del sector privado. Los conflictos de intereses en el sistema son múltiples y se dan en distintos escenarios. La solución de estos conflictos en toda la cadena de valor en el sector salud es, en opinión de la ministra, inaplazable. Esto es necesario para garantizar mayor transparencia y recuperar una confianza que parte de reconocer al otro en su rol y de que ese rol esté mejor perfilado, que no se excedan los límites y que los compromisos inherentes a cada rol se vayan cumpliendo.

Por otro lado, rescata el papel de la ACHC como una importante interlocutora para el gobierno, que debe continuar siendo propositiva y contribuir a buscar soluciones mediante un acercamiento con las entidades sectoriales y con el sector público. Señala la ministra que existen hospitales públicos afiliados a la asociación que desarrollan muy buenas prácticas y que los demás afiliados pueden aprender y beneficiarse de ellos. Parafraseando al Dr. Roberto Esguerra, ratifica la Dra. Londoño que no necesitamos más reformas sino todo un cambio. Es necesario identificar sin soberbia donde se requieren los cambios más trascendentes. En este proceso es fundamental privilegiar la salud de los ciudadanos y que cada actor responda a esa prioridad. Los cambios no se deben dar para el beneficio individual de unos u otros. Debe haber balance. Hace un llamado para que en el deseo de construir no destruyamos lo que pueda ser rescatado como un logro de la sociedad.

Para mejorar el acceso y la calidad de los servicios de salud considera que el talento humano del sector debe ser sometido a un proceso de formación y educación continuada que requiere respuesta desde las universidades, no solo para los médicos si no para todas las disciplinas. Invita a revisar si como lo ha exigido la Corte Constitucional, los médicos y los especialistas no pueden ser recertificados. El mecanismo entonces consiste en ahondar hacia la acreditación individual voluntaria para poder ir teniendo mejores condiciones en la atención en salud. La Corte Constitucional ha convocado a la sociedad civil, la academia, los organismos de gobierno y de vigilancia, los representantes de los ciudadanos, etc., a una audiencia de seguimiento para definir cómo se trabaja y cuáles son las dificultades que impiden la remoción de barreras para el gozo efectivo del derecho, y para mejorar el nivel de eficiencia, transparencia y flujo de recursos.

Conferencia inaugural del Dr. Juan Carlos Giraldo, Director General de la ACHC
Presentación y reseña de la asociación
Durante su presentación de la conferencia a cargo del Dr. Juan Carlos Giraldo, la moderadora del evento procede a describir la ACHC como un gremio creado en 1956 con la misión de promover el fortalecimiento técnico y administrativo de las instituciones afiliadas, mediante gestiones de concertación, información, comunicación, capacitación y representación. La ACHC en más de 56 años de historia comprometida con el desarrollo de hospitales y clínicas del país, se ha posesionado en diversos escenarios de la vida nacional e internacional, llegando a ser la entidad gremial líder del sector.

Trayectoria de la ACHC como interlocutora propositiva en el proceso de desarrollo del sistema de salud colombiano
En su conferencia inaugural, y luego de las bienvenidas y saludos de rigor, el doctor Juan Carlos Giraldo procede a realizar una reseña histórica del sistema y el papel de la asociación en la identificación de oportunidades de mejora y la formulación de propuestas.

Afirma que la historia es larga e invita a recordar que desde esa misma tribuna, durante los últimos años, el gremio ha presentado opiniones que han impactado el sector salud. Hace 10 años se habló de la eventual crisis que se presentaba y de los desbalances de poder en el sistema, visión crítica del sector prestador donde la gran conclusión era que había un abuso de posición dominante desde el lado de la demanda de servicios. Dos años después y teniendo en cuenta que las cosas no prosperaban, la ACHC presentó una propuesta que, asimilando la medicina basada en evidencia, mostraba una serie de puntos críticos que tendrían que ser resueltos por una eventual reforma del sistema de salud. Muchas de las sugerencias fueron trabajadas posteriormente en el Congreso de la República, y se convirtieron en inspiración para algunos de los artículos de la Ley 632 y normas posteriores.

Hacia mayo de 2006, la ACHC ofrecía una mirada de futuro. Aparte del trabajo con el poder ejecutivo, legislativo y judicial, existían otra serie de agendas con las entidades de vigilancia y control, y con las entidades administradoras de planes de beneficios. No obstante, la conclusión central de la postura de esta organización era que, independientemente de todas las agendas que hubieran, los hospitales tenían una agenda propia, la del hospital del futuro que contempla el desarrollo de una serie de mecanismos que permitan salir de las instituciones de hoy y ponerse a la par de las megatendencias mundiales del sector hospitalario.

En el 2008 después de la Ley 1122, encontró la ACHC que era necesario abordar temas adicionales para mejorar el sistema, independientemente de que fueran o no parte de una ley. Sugerían ajustar una serie de mecanismos como la reapertura del Ministerio de Salud, lo que ya se logró y es una virtud del actual gobierno. Durante 8 años el sector estuvo sometido al desvalido del Ministerio de Protección Social que a la postre, tiene mucho que ver con las dificultades de gobernabilidad que se están expresando en la actualidad.

Desde ese mismo año también se habló de la necesidad de crear la Agencia de Evaluación de Tecnología, que ya se encuentra contemplada en la Ley 1438. Se habló de la necesidad de que los hospitales dejaran de competir de una manera irracional y entraran en la onda de lo que el director de la ACHC denomina la ‘coopetencia’ es decir, la cooperación y la integración. Esto hoy se ha convertido en algunos textos grandes de la Ley 1438 en el capítulo de las redes integradas de servicios de salud. También se habló del poder de los consumidores tanto en lo macro como en lo micro.

En el año 2010, luego de evaluar lo ocurrido con la Ley 1122 que fue relativamente poco, la ACHC sostenía que se alcanzó un punto en que el sistema llegó a su máxima potencialidad y por lo tanto, había que avanzar en su reforma. La ACHC, en la onda propositiva que siempre ha tenido, presentó una serie de propuestas en un documento que se denomina Alternativas y Equilibrios cuyo corazón era hacer un viraje importante en la modalidad del sistema que sin renunciar al aseguramiento, pasara a un esquema de administración regulada. La propuesta sigue vigente y orientará el resto de la conferencia del doctor Giraldo.

Prosigue con un acercamiento a los últimos dos años, no sin antes reiterar que el trabajo de la asociación ha sido grande y muchas de las propuestas han sido acogidas en tanto que hay otras en proceso o en desarrollo. Durante los dos últimos años han pasado muchas cosas, ha cambiado el gobierno y hay un ánimo reformista en muchos ámbitos de la vida pública. El nuevo gobierno debuta cumpliendo la promesa de la reapertura del Ministerio de Salud. Se han alcanzado cifras de cobertura que llegan en algunos casos al 96% de la población, lo que la asociación reconoce técnicamente como cobertura universal. El sistema se embarca en una reforma grande e importante, de la cual la ACHC destaca estos tres puntos:

  1. Énfasis especial a la atención primaria en salud al menos ‘en el papel’, por medio de equipos de atención primaria básica.

  2. Recoge mucho de lo que se plantea como ‘coopetencia’ o integración horizontal, conteniendo una parte importante dedicada al funcionamiento en red o a las redes integradas de salud.

  3. Complementando leyes anteriores y acogiendo los llamados de la ACHC desde hace por lo menos de una década con respecto al mal uso de los recursos del sistema de salud, el congreso establece una regla de juego con el uso de los recursos: un 90% para la adquisición de servicios de salud y el porcentaje restante para la administración.

Preocupa la operancia de la Ley porque de los más de 140 artículos que la componen, más de la mitad queda para reglamentación posterior, es decir, entrega un cheque en blanco al ejecutivo, para que avance en la reglamentación posterior.

Se llega a un punto de la reforma que conocemos todos como la Ley 1438 pero casi que inmediatamente, el propio gobierno destapa algo que todavía sigue ocupando y que con toda seguridad, si no se toma la decisión que se tiene que tomar, seguirá ocupando los titulares de los principales diarios del país, y es el gran escándalo de la corrupción. Se le abona al gobierno que se atreve a destapar el desfalco de la salud y nos muestra cómo, aunque eso era una cuestión vista por todos, se ha atrevido a reconocer que hay un problema muy grande y por eso titulares como el del desfalco, como el de la corrupción contraria al sector de la salud, como que se crean estatutos anticorrupción para combatir la corrupción en algunos agentes del sector, son titulares de todos los días. Sobre todo porque en ese retrato de poder donde hay un presidente con una contralora y una fiscal, y hasta el comandante de la policía, el presidente le dice al país: “aquí la mafia se está robando los recursos de salud de los colombianos”. Esa es una declaración muy dura, y más que una declaración simplemente por salir de un show mediático, la ACHC siente que era una declaración sincera por parte del gobierno y esperaba que por lo tanto, se obrara en consecuencia, haciendo una intervención inmediata radical y profunda al sistema de salud, cosa que no se ha visto durante todo este tiempo.

Situación actual del sector
¿Cuál es el efecto que tiene la denuncia de corrupción? Pues que inmediatamente casi que invalidó todos los logros en la potencialidad que tenía la Ley 1438, porque en un escenario en que se presentan problemas de corrupción tan serios, todas las acciones se deberían enfocar a combatir y quitar de raíz ese mal, lo que no ha sucedido. Se revive el escenario de crisis pre-Ley 1438 y son múltiples las evidencias. Ofrece el doctor Giraldo un set de evidencias muy rápido en por lo menos seis ámbitos de la vida institucional del sector de la salud.

En primera instancia, el gobierno está muy preocupado y así lo ha expresado, por el tema de mortalidad materna. Muestra una circular conjunta en que el Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Salud, la Procuraduría General de la Nación y la Superintendencia de Salud se juntan para expresar su preocupación con la mortalidad materna. Lejos de disminuir, la tendencia mostró que en la semana quinta del año epidemiológico ya se estaba llegando a una cifra absolutamente intolerable. La ACHC está de acuerdo con el gobierno pero no basta con expresar preocupación, lo que hay detrás de eso es una cuestión muy grave, pues es tan importante el indicador de mortalidad materna que hace parte de los objetivos del milenio y es uno de los componentes de los indicadores de desarrollo humano. Cada vez que hay una muerte materna se está mostrando una disfunción muy seria, ni siquiera de un sector o de un sistema de salud, se evidencia una enorme disfunción de una sociedad. Esa cifra nos muestra que las cosas no van bien. La Ministra de Salud habla entonces de la preocupación epidemiológica sobre el asunto de la mortalidad materna con todas las deficiencias que considera intolerables: la primera, sífilis congénita; la segunda, que las personas que están viviendo con VIH no estén recibiendo sus tratamientos.

Además de los hospitales, asisten al congreso usuarios y entidades territoriales y ellos comprenden claramente la magnitud de estos asuntos. Considera el director de la ACHC que la sífilis congénita es una verdadera “vergüenza epidemiológica” que expresa una falla del sistema en conjunto en que no se está controlando el riesgo, no se está detectando la enfermedad ni se está tratando. El hecho de que la carga de enfermedad no mejore en el corte 1995-2005, muestra que en lo macro, en lo que uno quisiera ver resultados en términos de salud, no se está logrando el éxito y esto por lo tanto, obliga a un replanteamiento.

Lo segundo, desde hace 6 a 8 años la ACHC afirma que el modelo de salud se ha “recalentado” es decir, que el circuito de la asistencia a las personas funciona al revés en la medida en que entran más personas por urgencias que por las puertas normales. Obviamente, esto indica que las actividades de promoción y prevención no se están adelantando oportunamente. El incremento en el volumen de urgencias va asociado al tema de negación de servicios es decir, las puertas naturales efectivas de consulta externa o las puertas relacionadas con la búsqueda activa de casos que debería tener habilitadas el sistema, no funcionan adecuadamente. El usuario se ve obligado a acudir entonces a la única puerta que está abierta siete días a la semana 24 horas al día, que es la puerta de los servicios de urgencias. Considera el director de la ACHC que esa es una entrada absolutamente ilógica al sistema de salud. Esta situación está generando una serie de problemas que se expresan en forma de PQR (peticiones, quejas y reclamos) cuya incidencia entre el 2010 y el 2011 se ha multiplicado casi por seis, reflejando un malestar social muy grande con el modelo. El 91% de los profesionales en los servicios de urgencias afirman que han sido agredidos de una u otra forma por los pacientes, situación que considera el conferencista es esperada, toda vez que los usuarios están sujetos a tramitología, puertas cerradas y lenguaje incomprensible, lo que conlleva a que la única puerta abierta sea precisamente la que recibe toda la carga de malestar e ira contenida por el mal funcionamiento del sistema.

En el tema financiero, uno de los créditos que tenía la reforma por lo menos hasta la mitad de la década pasada, era que se estaba disminuyendo el gasto de bolsillo, lo que se consideraba un logro importante toda vez que en los sistemas anteriores se decía que el usuario tenía que pagarlo todo de su bolsillo. Esto por supuesto constituía una gran barrera de acceso. Con el tiempo en el sistema actual se observó una caída importante del gasto de bolsillo pero después vuelve a incrementarse y en las últimas cifras hay un rango que va entre 6,5 y 8 billones de pesos de gasto de bolsillo, cifra que resulta alarmante porque representa entre el 15 y el 20% de todo el gasto del sistema de salud.
Muestra el doctor Giraldo que seis observadores, durante cinco cortes temporales, presentan cifras de gasto de bolsillo diferentes que oscilan entre 1,3 billones y 12,2 billones. Esto significa que el problema de información en el sistema de salud es de extrema gravedad, máxime en la medida en que debemos acudir a las encuestas de hogares para obtener información de gasto de bolsillo. Pregunta el dirigente qué pasará con el resto de indicadores o de información y propone tener en cuenta este punto.

Continúa mostrando el comportamiento de la cartera hospitalaria, tema álgido para muchos de los asistentes al evento y en el que el propio estado da un pésimo ejemplo, con entidades que son de su propiedad y que son intervenidas o que están siendo liquidadas o que están bajo vigilancia especial, que representan junto con una EPS mixta y otra institución como es el Fondo de Solidaridad y Garantía (Fosyga), el 58% de la cartera hospitalaria. Esto implica que el corazón del problema está en manos del propio estado y por supuesto él es, quien debe entrar a resolver.

Muestra además como muchas soluciones que habían sido pensadas como salidas extraordinarias o excepcionales, se convirtieron en norma en la operación general del sistema. En primera instancia señala el giro directo, que fue una salida válida e incluso la asociación ha pedido al gobierno implementarla en el régimen contributivo, pero, si la única manera de tener un flujo apropiado de recursos es haciendo saltos sobre los eslabones que están constituidos oficialmente en el sistema, significa que hay eslabones que están sobrando, que no están agregando valor.

El segundo mecanismo que era extraordinario es la tutela. Se ha multiplicado por cuatro el número de tutelas por cada 10.000 habitantes en los últimos 10 años. Esto denota que hay muchas puertas cerradas y muchos procedimientos ordinarios que no funcionan obligando a los usuarios a acudir al aparato judicial.

La tercera son los recobros que eran una puerta de emergencia para casos en que habían discrepancias, y se convirtió en un circuito ordinario para el giro de los recursos a tal punto que hoy parte del sistema ordinario termina financiando el sistema extraordinario, generando a su vez un círculo vicioso en que ninguno de los dos puede garantizar un flujo de recursos adecuado.

Expresa el doctor Giraldo la conveniencia de contar con la asistencia al congreso de funcionarios de la alta dirección del ministerio ya que en el tema gubernamental, la Ley 1438 generó una serie de esperanzas en su postulación en lo relativo a la reglamentación. No obstante, muestra el conferencista una lista de 46 artículos cuyos plazos para reglamentación ya están vencidos. Esto significa que el gobierno tiene la potestad para usar las herramientas de ley pero no lo está haciendo. Cuando se decide el gobierno a hacer la reglamentación, presenta proyectos como el de las redes integradas que generó muchísimo rechazo y en concepto de la asociación, es un contrasentido. Preocupó la capacidad de lectura que tiene el gobierno sobre la magnitud de la crisis porque si se está diciendo que hay eslabones que están fallando y que deben ser intervenidos globalmente, ¿cómo se toma la decisión entonces de entregar los diseños más preciados de las redes a esas entidades que están disfuncionando y que carecen de la capacidad de inventar salidas funcionales a la problemática?

Hace más de un año la Superintendencia de Industria y Comercio tomó una decisión muy seria contra un grupo de aseguradores y eso no se olvida. Considera el director de la ACHC que todavía es tiempo para que desde ese sector se presenten disculpas al país. Lo que dijo la superintendencia, los cargos por los cuales fueron multados son muy serios hasta el punto en que se podría decir que hubo un verdadero complot contra la población colombiana. Propone que se haga el compromiso de que estas situaciones intolerables no vuelvan a suceder en el país.

Preocupa además que el 49% de los ciudadanos afiliados al sistema de seguridad social lo hagan a través de entidades que están o intervenidas, o en vías de intervención o bajo vigilancia especial. Menciona los resultados de una encuesta que se hizo en Latinoamérica que muestra que solamente el 8% de los colombianos afirma estar satisfecho con su sistema de salud.

Concluye confirmando la posición expresada por la ACHC de que el sistema no es que haya llegado a su máxima potencialidad, sino que está fallido. La sociedad tiene que tomar decisiones y hacer una revolución hacia otras cosas que sean absolutamente funcionales.

Ha llegado el momento de romper con las posiciones de diagnóstico problemático y avanzar en la búsqueda de acciones diferentes.

Las causas de la crisis, el nuevo sistema y sus atributos
Propone el doctor Giraldo dos hipótesis del porqué no se avanza a pesar de que hay plena conciencia de las dificultades. El primer punto es que el sistema de salud no se ha vuelto más complejo, se ha “complejizado” es decir, el nivel de complejidad que se está manejando es absurdo. Muestra un complejo diagrama de interrelación del sistema donde hay una serie de actores o “nodos de poder” que están todos relacionados mediante canales ordinarios. Cuando el usuario debe acudir a una vía extraordinaria como es la tutela, el diagrama se multiplica porque se abren todos los circuitos extraordinarios del sistema judicial y de los recobros, y se empieza a multiplicar la complejidad del sistema. Recomienda hacer un acto de contrición de gobierno, de hospitales, de observadores, de los técnicos del sistema quienes han estado en la onda de un lenguaje incomprensible y cada vez que se quiere hacer alguna intervención, se le suma más y más complejidad.

En concepto de los ingenieros, los sistemas de salud son sistemas adaptativos complejos y por lo tanto no tienen control, simplemente el sistema se adapta y el gobierno se encarga de crecer, de generar relaciones informales y de que los actores se vayan acomodando. Señala que la sociedad se ha venido acomodando y adaptando a ese discurso y en lugar de propiciar un distanciamiento para analizar la problemática, se está enredando más en la complejidad del sistema.

Concluye el conferencista que si el problema es la complejidad, no queda otro camino que avanzar por la simplicidad. Muchos ya perdieron la visión de para qué es un sistema de salud. Antes de avanzar hacia la formulación de unas alternativas se debe tener una claridad básica, una visión de cuál es el sistema que se quiere.

Lo primero que se debe tener como visión del sistema es que este tiene que ser humanista, lo que casi que es un ‘mantra’ de la Federación Latinoamericana de Hospitales. El eje del sistema siempre tiene que ser el ser humano. Invita a preguntarse si el eje del sistema sigue siendo el ser humano o pasó a ser la corrupción, el dinero o el poder. La sociedad debe unirse en torno al concepto de que el sistema debe ser humanista y de ahí para abajo se pueden decidir las otras cosas, que sea proteccionista y que sea un sistema en que la calidad sea uno de los valores centrales.

Procede afirmando que la calidad hoy en Colombia es un sobrecosto para muchos. La calidad del sistema ideal debería ser un atributo. El sistema debe ser resultadista, bien dirigido, un sistema racional y un sistema bien regulado. Si se tiene clara la visión, se puede avanzar hacia una propuesta de un nuevo sistema de salud. Reconoce que la asociación avanzó hace dos años en la propuesta de un sistema de salud, pero lo hizo bajo el mismo esquema de complejidad en la definición de los eslabones y los niveles de poder en las diferentes categorías para mostrar los equilibrios que se podían alcanzar con determinada alternativa.

En esta ocasión insiste en que si la sociedad es capaz de llegar a una visión compartida de cuál es el sistema, podrá desarrollar un sistema funcional. Considera que hay una defensa a ultranza del aseguramiento que lo hace casi una religión. Cuestiona si el aseguramiento necesariamente son los aseguradores como se conocen en Colombia. El aseguramiento debe existir porque protege a la población de los riesgos derivados de la enfermedad y la pobreza, generados por un tratamiento que el usuario no tiene manera de sufragar.

Propone un sistema nuevo en que se haga un cambio pasando a un fondo central que recauda y paga, en un esquema de aseguramiento estatal central y ese fondo hace las veces del gran agregador nacional del riesgo, propuesta que ha sido consultada y avalada por autoridades mundiales en el tema. Se trata de un esquema de agregación central del riesgo. Aclara el funcionario que si el aseguramiento es una religión, no habrá un cambio de religión. Se va a tener un manejo que garantiza al menos el control de la corrupción. Parafraseando a un gran maestro del periodismo colombiano, señala que “si quiere saber dónde está la corrupción, siga el dinero”. Propone mejorar la máxima así: “si quiere evitar la corrupción, controle el dinero”. Un fondo único pagador y recaudador, con un esquema descentralizado de administración regulada, en que algunos de los eslabones que hoy existen deberían mutar su papel y convertirse netamente en administradores. No continuar con la ilusión de un aseguramiento que en realidad no asume el riesgo, sino que está trasladando toda la carga del riesgo al Fosyga, que es el verdadero asegurador que se tiene en el sistema de salud colombiano.

Entonces, un sistema nuevo con un fondo único con una administración regulada es un sistema sencillo y sin tantos eslabones. Todo lo que sobre y no agregue valor tiene que ser eliminado del sistema de salud. Si no puede la sociedad al final defender un número limitado de entidades o personas, sacrifica todos los logros sociales que se necesitan a expensas del sistema de salud.

Considera el doctor Giraldo que se está avanzando hacia un sistema igualitario. Es necesario eliminar todas las fragmentaciones que hoy se tienen. Tiene que haber un plan único, un régimen único. Se debe llegar a un consenso nacional en que el sistema de salud conceda un paquete de beneficios para todos los ciudadanos, mediante una lista que es explicita, que es clara, que es transparente.

Tiene que ser un sistema cercano en términos territoriales y para estos efectos, celebra el conferencista la presencia de las entidades territoriales con quienes propone un acercamiento. Se ha permitido que se generen unos territorios virtuales en que las poblaciones van de un sitio al otro tratando de buscar atención sin correlación alguna con la geografía en que residen. La entidad territorial tiene que repotenciar su papel, tiene que trabajar en redes pero eso sí, si quiere ser la puerta de entrada para encargarse de la baja complejidad, tiene que mejorar su resolutividad y esta va de la mano con la necesidad de repotenciar la medicina general y las puertas de entrada del sistema.

Es la forma sencilla de funcionar un sistema. Tiene que ser equitativo y aquí vale la pena recoger una posición que está tomando fuerza desde el sector de los empresarios: ¿no será la hora de volver a pensar en cómo se financia este sistema? Es necesario que se dé bien el debate sobre la financiación entre impuestos a la nómina e impuestos generales. Algunos economistas brillantes decían, si es capaz de encontrar el impuesto que sea estratificado, que ya esté diseñado, podría hacer una substitución de fuentes desde la carga laboral enorme que se tiene con los impuestos a la nómina, hacia los impuestos generales, de manera que estos estén estratificados y por lo tanto o exima o trate con suavidad a los estratos de ingresos bajos. Esta es una propuesta que simplificaría mucho el funcionamiento del sistema, lo haría más fácil aunque no facilista, simplemente sencillo.

Debe ser un sistema práctico que tiene que ir a los resultados. No se gana nada con un sistema tan complejo como el actual sin obtener resultados. Se deben fijar unas normas claras y definir cuáles son las metas.

Este nuevo sistema sencillo, tiene que ser un sistema lógico es decir, debe tener más promoción y prevención y muchísimo menos asistencia. Si se sigue en la lógica absurda actual con más asistencia y poca promoción, no habrá forma alguna de encontrar ni equilibrio social ni equilibrio financiero para el sistema.

Un sistema nuevo, sencillo, igualitario, cercano, equitativo, práctico y lógico. No porque sea simple, no es técnico o está mal pensado. Al contrario, para poder encontrar una solución simple a un problema complejo, es necesario trabajar, pensar e investigar muchísimo para poder llegar a hacer una propuesta. En una hoja se puede describir el sistema de salud. Es necesario romper el paradigma de que lo complejísimo es lo técnico. Se requiere un cambio importante contra esa complejidad donde se genera todo el nido de la corrupción, y se debe entender fácilmente como funciona un sistema de salud y de ahí en adelante, todo son mecanismos pequeños que pueden mutar pero los pilares grandes tienen que ser sencillos, visibles y además que en algún momento, orientan la rendición de cuentas. Se debe encontrar estructuras mucho más planas.

La segunda gran causal radica en que en la realidad, las fuerzas de la sociedad no actúan unidas. El gobierno sostiene que los actores se tienen que sentar en la misma mesa y eso es posible. Propone entonces el dirigente una variación a esa propuesta. No es solo sentarse, es necesario construir sociedad entendida como la conjunción de tres esferas: un estado, una economía o un mercado, y una sociedad civil. La esfera de la sociedad civil, compuesta por dirigentes, ONG, asociaciones de usuarios, gremios, instituciones y otros, se ha encargado siempre de mirar hacia las otras dos esferas, estado y mercado, y es aquí donde viene el gran problema: la esfera de la sociedad civil está absolutamente despegada de las otras dos esferas y por eso todas las reformas que se ensayen, todos los entes que se crean, rápidamente en este sistema evolucionan a una inoperancia o a un desprestigio porque no hay una sociedad civil que sea capaz de apropiarse de estas cosas, de considerarlas de su propiedad, de tenerlas para sí y por lo tanto, de defenderlas o liderarlas. Entonces, si el diagnóstico es que la sociedad civil está desunida, fracturada y atomizada es necesario avanzar hacia la integración de la sociedad civil con el estado y el mercado para que el sistema sea funcional. De ahí la importancia de la participación, de la rendición de cuentas, del seguimiento social, de la auditoría como mecanismos para defender, para impugnar o para modificar los sistemas que nos rigen.

Cómo abordar el cambio
Para que esto sea una realidad se requiere como primera condición que exista un efectivo liderazgo. A este respecto manifiesta el doctor Giraldo que ha habido muchos líderes que han tratado de ser pontífices hasta el punto de eliminar a otros líderes que luchan por la misma causa. Esto se ve en las asociaciones de profesionales, en los gremios o en las confederaciones.

Procede a lanzar una propuesta que consiste en la creación un liderazgo colectivo en que la asociación actúa como defensora de la propuesta y convoca a los asistentes para que se encarguen junto con ella, de que la iniciativa continúe y nunca se detenga. Entre las entidades que la ACHC desea convocar, en primer lugar menciona la intención de relanzar o repotenciar la relación con los usuarios del sistema de salud. Por tal motivo muchos de los asistentes son invitados de honor de la asociación.

Además menciona la necesidad de convocar a los hospitales no afiliados, los profesionales de la salud, las academias, las asociaciones médicas y los profesionales no médicos del sistema de salud. Todos comparten una misma causa y tienen una misma vocación. Menciona además la necesidad de incluir a los empresarios quienes a lo largo del tiempo han actuado en forma pasiva frente al sistema de salud. También los entes territoriales.

Esta cantidad de instituciones será juntada con una serie de facilitadores, específicamente los medios y los formadores de opinión. También los líderes políticos, religiosos, los entes de control e inclusive la academia tienen que ser facilitadores en esta propuesta.

Es necesario buscar los mecanismos. Se parte de un diagnóstico compartido, se ha llegado a un punto en que hay un malestar social, una necesidad no resuelta no solo en lo público sino también en lo privado. Es necesario proponer un mecanismo que sea probado, que sea válido y que sea legítimo: el ‘llamado a la acción’ del cual hay muchos ejemplos en el sector salud como también en otros sectores. Este mecanismo se tiene que convertir en el vehículo para lograr la movilización social.

Resume el doctor Giraldo que para que la propuesta sea una realidad, en primer lugar se debe tener un liderazgo, en segundo lugar un mecanismo y en tercero, definir claramente los objetivos, entre los cuales están:

En primer lugar construir una coalición que no es política ni coyuntural, ni se derrumba en un mes. Una coalición que sea sencillamente la reparación del daño que representa la desunión en la sociedad civil. Es una coalición que debe funcionar permanentemente. Dentro de ella se desarrollan una serie de encuentros, conversaciones y reuniones para definir tres o cuatro aspectos y proceder al segundo objetivo que es el nuevo sistema. Si la coalición es capaz de impulsar ese cambio social y ese nuevo sistema, bajo estos postulados complementados con los nuevos postulados que sean propuestos por todos los integrantes de la coalición, se lograrán signos de vitalidad.

El tercer objetivo consiste en liderar un cambio cultural. El sistema de salud no es propiedad de un gobierno, ni de un partido político o de una coalición. No es propiedad de unas empresas, es propiedad colectiva y esta visión no la tenemos los colombianos. No existe la conciencia de que cuando se excede en el uso de determinadas cosas innecesariamente, daña al otro. Que cuando se realizan determinadas maniobras de corrupción como las que tenemos, causan muertes. Esa conciencia social no existe y se requiere un cambio cultural en que ojala, el gobierno nos pudiera acompañar.

Los llamados a la acción no son simplemente un discurso, tienen fases, tienen metas. La primera es la fase de preparación en que la asociación ya ha avanzado, ha hablado con líderes políticos y formadores de opinión y ha creado un ruido dentro del sistema y el país que le hace ver que existe un malestar social con el sistema de salud y que están dadas las condiciones para avanzar hacia esa movilización social. La segunda fase es la fase de concientización y visibilización. La concientización pasa por un proceso de comprensión es decir, es necesario comprender la magnitud del problema. La ACHC está adelantando acciones concretas, entre estas el lanzamiento de una gran campaña de derechos y deberes, porque esto es en las dos vías. Además ha abierto un canal extraordinario que va a ser una especie de teléfono rojo a través del cual la asociación va a comunicar muchas de las cosas que se están diciendo en este llamado a la acción. Dentro del proceso de visibilización destaca el doctor Giraldo la importancia de las redes sociales. Después viene una tercera fase que es la fase de implementación en la cual no se habla de años, se habla de meses. Convoca en esta fase al sector hospitalario para que concientice a los usuarios del sistema, de que las acciones del sector tienen como propósito apoyar a los pacientes para que al final, los hospitales puedan cumplir la misión de dar una mejor atención, una atención con calidad, una atención segura. En esta última hace un llamado también al sector de los empresarios para que propendan por la educación de sus empleados para que usen el derecho de la libertad de escogencia. Como dueños también del sistema y en su condición de aportantes, los empresarios deben exigir resultados.

El ente territorial tiene que recuperar sus competencias, tiene que ser la puerta de entrada especialmente en la atención primaria en salud. Si se tiene éxito en la renovación del sistema, las entidades territoriales van a ser nuevamente actores que tendrán que modernizar sus estructuras y controlar la corrupción, para hacer realidad el sueño de una cooperación efectiva entre las entidades territoriales y las redes de prestación de servicios.

Los profesionales del sector salud, deben proponer aportes concretos bajo principios éticos y humanistas y a cambio, se retomarán los contenidos de otro llamado a la acción que es el llamado a la acción de Toronto. Es posible entonces que se hable de una reforma laboral del recurso humano en el sector de la salud. También hay que hablar de una reforma en las competencias y la calidad de los profesionales, y de cómo se recupera de una manera ética el estatus de los profesionales de la salud.

Los usuarios son depositarios de hecho que no deben conformarse con el esfuerzo de la asociación por hacer un movimiento para ayudarles. Los usuarios son los dueños de la iniciativa y como tal, tienen que ser parte activa, central y tienen que usufructuar los logros de este llamado a la acción. También tienen que entrar en una cultura nueva, apolítica, donde el único interés sea la rendición de cuentas, la exigencia de resultados, para posteriormente llegar al tema del autocuidado como uno de los deberes que los usuarios espontáneamente deben conceder.

En cuanto al gobierno en general y no solamente a nivel de ministerio, se ha esperado mucho tiempo, se ha tenido mucha paciencia. La asociación ha sido muy formal en el respeto a la autoridad instituida, y en calidad de sociedad civil, ha estado mirando al estado y al mercado. En esta ocasión, por supuesto que el gobierno tiene la mano tendida y se espera que participe y ojala sea otro de los promotores e impulsadores de esta idea. Pero si el gobierno no quiere participar, ello no será óbice para que la ACHC promueva el movimiento social que debe responder al llamado a la acción. Al final del día, todos los gobiernos pasan pero el sector real, los pacientes y las instituciones, todos quedan. La fase cuatro, una fase de conspiración en que se va a tener una visión compartida a partir de la cual se podrá inducir y llegar a tener un programa para la alianza para incidir poderosamente y constantemente en la agenda pública. Se espera convocar inclusive instancias supra del estado como sería la Corte Constitucional.

Señala el dirigente gremial que los asistentes deben cumplir tareas y desarrollar acciones puntuales para que el llamado a la acción empiece a funcionar. En primera instancia se debe hablar con todos los usuarios e informarles de la existencia del llamado a la acción. Es decir que con la sociedad no organizada y con los usuarios no organizados se debe tener unos mecanismos claros de comunicación que permitan divulgar la situación actual del sector, la visión y el concepto de que es necesario trabajar dentro de una coalición de instituciones y personas. También es necesario hablar con los usuarios organizados, repotenciar los comités de participación comunitaria, dar espacios a la comunidad para que participen en las juntas directivas de los hospitales.

Se debe convocar a los políticos locales porque muy posiblemente, será necesario acudir a una ley. Los congresistas hacen las leyes pero debajo de ellos hay ediles, diputados, concejales y otros líderes. Es necesario hablar con el líder de la esquina y el líder del barrio, con los políticos locales a quienes hay que entregar la justa información y además, invitarlos a participar. También se hará rendición de cuentas donde más allá de la presentación de cifras, se hará control político con este llamado a la acción.

Lo mismo se debe hacer con los medios de comunicación pero en términos sencillos. La asociación no avanza más en las propuestas porque se enredan mucho las cosas y es necesario un discurso más fácil. Los formadores de opinión y los medios de comunicación son fundamentales para que la propuesta avance.

Es necesario escalar y descender la propuesta al interior de cada organización. Las juntas directivas, los dueños y los socios de cada empresa tienen que enterarse de la propuesta, al igual que los empleados.

Se debe consultar con el gobernador, el acalde o el secretario de salud si funcionan los consejos territoriales de seguridad social en salud. Los asociados deben participar y posicionar el tema del llamado a la acción.

Estas son las tareas que corresponden a los asociados. Resalta el doctor Giraldo la importancia de que centenares o millares de hospitales y clínicas hagan simultáneamente el movimiento. Es en la unión y en la multiplicación que está la potencia de la propuesta. No se trata de un paro hospitalario como lo han dicho algunos. Es un movimiento, se necesita salir de la inercia.

Te podría interesar...

Lo más leído

Innovadora técnica con impresión 3D para reconstrucción de extremidades
Industria de tecnología médica

El hospital militar Burdenko en Moscú ha logrado desarrollar una tecnología en base a la i...

Sebastián López Bello - Periodista de El Hospital・Ene 31, 2023
Sonografía como técnica de proyección
Diagnóstico clínico

La sonografía se presenta como una alternativa valiosa para la proyección de imágenes comp...

Equipo Editorial El Hospital・Feb 23, 2023
Portada EH
Especialidades médicas

Los mejores Hospitales de Latino América, son reconocidos por su excelencia médica y tecno...

Jhon Bernal,periodista de El Hospital・Jun 2, 2023
Elementos de protección personal de salud y bioseguridad
Dotación e insumos médicos

Estos elementos, más allá de ser indispensables para cumplir la normatividad, protegen a l...

Diana Sofía Maldonado, periodista de El Hospital ・Feb 22, 2023

Notas recomendadas por el editor

27/07/2022

Nueva alianza B&A: Biomedicos Asociados LTDA

B&A Biomedicos Asociados LTDA, empresa establecida en Colombia desde 2004, tiene el gusto de presentar la nueva alianza creada con Amico Corporati

LEER MÁS »

27/07/2022

Humidificador electrónico Airvo 2

El Airvo 2 establece un nuevo estándar para la administración de la terapia de flujo nasal alto, proporcionando rendimiento y comodidad

LEER MÁS »

27/07/2022

Asuntos regulatorios en Colombia: ¡un paraíso!

Adicional al magnífico clima, naturaleza exuberante y la belleza de nuestra gente, Colombia ofrece ventajas altamente competitivas para las emp

LEER MÁS »