La eritropoyetina podría disminuir el riesgo de daño cerebral en bebés pretérmino

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define un parto pretérmino como aquel llevado a cabo antes de la semana 37 de gestación. Se estima que un millón de niños mueren anualmente como resultado de partos pretérminos y quienes sobreviven pueden presentar complicaciones del neurodesarrollo a largo plazo.

El nacimiento pretérmino puede afectar el proceso de maduración normal del sistema nervioso central, generando más adelante problemas auditivos, visuales, de atención y de aprendizaje. Estudios recientes sugieren que la Eritropoyetina (EPO), hormona utilizada comúnmente para tratar algunos casos de anemia y enfermedad renal crónica, tendría actividad neuroprotectora marcada.

Uno de estos estudios fue realizado en el University Hospital of Geneva (Suiza) y patrocinado por la Swiss National Science Foundation. Se seleccionaron aleatoriamente 495 bebés nacidos entre las 26 y las 31 semanas de gestación, los cuales se dividieron en dos grupos. Un grupo recibió tres dosis de EPO y otro recibió placebo. Ambas administraciones fueron realizadas a las 6, 12 y 36 horas post-parto.

Posteriormente, los infantes fueron llevados a estudios imagenológicos con resonancia magnética nuclear que luego fueron comparadas y analizadas por expertos para documentar algún tipo de lesión cerebral. Las imágenes obtenidas se clasificaron por grupos con base en la edad gestacional de cada individuo.

El análisis estadístico arrojó los siguientes resultados (la primera cifra corresponde a la incidencia o frecuencia del hallazgo en los infantes que recibieron EPO):

• Daño de la sustancia gris: 7% Vs. 19%
• Pérdida de la sustancia blanca periventricular: 18% Vs. 33%
• Daño de la sustancia blanca en cualquier región neuroanatómica: 22% Vs. 36%
• Intensidad imagenológica de la sustancia blanca: 3% Vs. 11%

Acudiendo a estos datos, la Dra. Russia Ha-Vinh Leuchter, líder del equipo investigador, concluyó: “parece que los cerebros de los niños que recibieron tres dosis de EPO sufrieron daños porcentuales mucho menores que aquellos que recibieron placebo (…) Somos conscientes de la necesidad de estudiar grupos poblacionales más amplios, pero las cifras actuales son prometedoras”.