Inyección de anestesia local vía catéter podría tener mejores puntuaciones de dolor

Un estudio comparativo realizado por investigadores en San Francisco, Estados Unidos, permitió determinar las ventajas de la inyección de anestésico local a través de un catéter frente a una aguja para la colocación de catéter interescaleno, en la disminución de dolor.

Según el análisis, los pacientes que recibieron anestesia local a través de un dispositivo tubular en lugar de una aguja, tuvieron mejores puntuaciones de dolor a las 24 horas y menores requerimientos de opioides en la SRPA, lo que sugiere que la inyección de aguja puede asociarse con bloqueo secundario. Así­ lo señala la nota publicada en la página Anesthesiology News.

Estos resultados indican que la inyección de anestésico local a través del catéter puede proporcionar una mejor analgesia que la inyección a través de la aguja antes de la inserción de una cánula”, dijo Daniel Moy del Departamento de Anestesiologí­a,  Perioperatorio y M;edicina del dolor en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en California.

Es posible que la ampolla de anestésico local a través de la aguja pueda enmascarar la colocación final inadecuada del catéter, lo que llevarí­a a una analgesia postoperatoria más pobre. “Se planteó que la inyección de anestésico local a través de la aguja antes de la inserción de un catéter, puede conducir a la colocación inadecuada del mismo no diagnosticado, lo que podrí­a resultar en una mayor tasa de fracaso del dispositivo tubular en comparación con la inyección a través de la cánula sola", explicó el doctor Moy.

Para probar la hipótesis, los investigadores realizaron una revisión retrospectiva de todos los pacientes que recibieron un catéter interescalénico para analgesia postoperatoria en una sola institución entre julio de 2015 y junio de 2016. Los pacientes ingresados ​​por menos de 24 horas y los pacientes con más de 30 miligramos equivalentes de morfina por dí­a fueron excluidos.

Unos 306 pacientes recibieron catéteres interescalenos para la cirugí­a en el perí­odo de estudio y 205 cumplieron con los criterios de inclusión. Hubo poca diferencia de tamaño en las poblaciones seleccionadas; sin embargo, a pesar de la discrepancia en el tamaño de la población, los resultados fueron relevantes.

Los pacientes que recibieron la inyección ví­a sonda tuvieron puntuaciones de dolor de escala visual análoga postoperatorias más bajas en comparación con los pacientes que recibieron la ampolla mediante la técnica de aguja, 2,3 frente a 3,4. Además, los pacientes en el grupo de catéter tení­an menores requerimientos de opioides 17 frente a 31. Los requerimientos de opioides 24 horas después de la descarga también fueron en importancia más bajos en el grupo de catéter, en comparación con los pacientes que recibieron inyección a través de la aguja 64 frente a 130.

El doctor Moy enfatizó que la evaluación directa de estas técnicas en la literatura es limitada. Sólo un estudio previo ha comparado estas dos modalidades de inyección y éste en particular, puede ser el primero de su tipo pero todaví­a tiene limitaciones incluyendo su diseño retrospectivo.