Encuesta identifica posibles obstáculos para el tratamiento contra el VIH en Estados Unidos

Fuente: Encuesta de ViiV Healthcare

1. Conocimiento limitado sobre la enfermedad

Los pacientes no tratados saben menos sobre el VIH y sus posibles efectos que los pacientes tratados. Solo un 38% de los pacientes no tratados entiende que el VIH ataca el sistema inmunitario y el organismo, así la persona no se sienta enferma, en comparación con el 63% de los pacientes tratados.

Asimismo, un 39% de los pacientes no tratados cree que el cuerpo humano tiene la capacidad natural de luchar contra el VIH, en comparación con un 16% de los pacientes tratados.

2. Conocimiento limitado sobre el tratamiento

El conocimiento de los pacientes no tratados sobre el tratamiento es también limitado, y sus argumentos para no tomar un medicamento recetado para el VIH no son coherentes con los datos disponibles o las pautas de tratamiento actuales.

Los datos reflejan que los pacientes VIH positivo que se someten a tratamiento farmacológico, reducen el riesgo de transmitir el virus en más de un 96%5, pero solo un 25% de los pacientes no tratados es consciente de que tomar un medicamento recetado para el VIH reduce ese riesgo.

A pesar de su eficacia comprobada, solo un 28% de los pacientes no tratados cree que un medicamento recetado para el VIH controla los efectos negativos de la enfermedad.

3. Percepciones erróneas sobre el tratamiento

Las percepciones de los pacientes no tratados en relación con los medicamentos recetados para el VIH, fueron algo negativas y no coherentes con las experiencias de los pacientes tratados.

Por ejemplo, cerca de un 30% de los pacientes no tratados cree que los efectos secundarios de un medicamento recetado para el VIH son peores que la propia enfermedad, pero solo un 15% de los pacientes tratados informan que esto es así.

El 80% de los pacientes tratados expresan que el medicamento les hace sentir mejor, en tanto que el 56% dice que el medicamento recetado para el VIH ha tenido algún un impacto positivo en su salud y bienestar general. Por su parte, el 20% de los pacientes no tratados se resiste a tomar el medicamento porque cree que una vez iniciado, deberá tomarlo durante el resto de su vida.

4. Menos apreciaciones positivas sobre el bienestar general

Los pacientes no tratados son menos propensos que los pacientes tratados, a expresar que su enfermedad está bien controlada (84% contra 91%) y comparten menos la percepción de que tendrán una vida plena, a pesar de tener VIH (72% en comparación con 83%).