Desarrollan sistema de injerto para tratamiento de heridas

El sistema de recuperación epidérmica CelluTome, ofrece una técnica de injerto epidérmico, mí­nimamente invasiva, que genera un daño y cicatrización imperceptible en el sitio del donante, proporciona mayores relaciones de expansión y puede utilizarse de forma fácil, rápida y sin dolor en el entorno ambulatorio.

El dispositivo funciona produciendo múltiples ampollas epidérmicas inducidas por succión entre dos placas de acero inoxidable, con una hilera de agujeros de 1,75 mm usando una presión negativa constante de 400-500 mmHg, a una temperatura de 37° a 41° C. Las ampollas de succión se desarrollan dentro del cosechador desechable, creando más de 128 ampollas sobre un área de 25 cm2 de piel de donante. Posteriormente, se utiliza una cuchilla de corte integrada para separar las ampollas, que se pelan con un vendaje transparente y se aplican sobre el sitio del receptor.

Las úlceras diabéticas, las úlceras por presión, las heridas quirúrgicas en el sitio y las lesiones traumáticas de los pacientes de alto riesgo son las más difí­ciles de curar. “Las heridas crónicas se producen cuando la cicatrización no progresa normalmente y persiste por más de 30 dí­as. Los tratamientos actuales, como los apósitos húmedos, los riegos frecuentes y la limpieza no siempre son suficientes para asegurar la curación en pacientes de alto riesgo”, explicó Jeffrey Litt, profesor asistente de cirugí­a en la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri, en Estados Unidos, y autor principal de la investigación.

Los datos encontrados luego del estudio realizado en el Sistema de Salud de la Universidad de Missouri con el Sistema Cosechador de Células Epidérmicas CelluTome, de la marca Acelity, y que involucró a 13 personas con diversos tipos de heridas crónicas, mostró una tasas de curación de 62 %. Ocho de los 13 pacientes cicatrizaron en un plazo de cuatro meses. De hecho, en cuatro de ellos, la curación completa se produjo en menos de un mes.

Además, el cierre comparativamente rápido de las laceraciones abiertas también permitió una reducción de los costos de atención médica, en un promedio de 1.153 dólares por paciente. “Aunque se puede utilizar un injerto de piel para cerrar una herida que se niega a curar, la técnica quirúrgica suele ser dolorosa, requiere de mucho tiempo y deja lesiones importantes en el sitio del donante”, indicó Litt.

El estudio señala que el injerto epidérmico resultante puede ayudar a reducir el tiempo de cicatrización en heridas tanto agudas pequeñas como crónicas, con un impacto significativo sobre el costo total del cuidado de laceraciones graves que se deben atender.

Hay dos tipos de injertos de piel, uno de espesor total que consiste en la epidermis y todo el espesor de la dermis, y otro de espesor dividido que incluye la epidermis y parte de la dermis. Los de espesor dividido se utilizan con frecuencia , ya que pueden cubrir grandes áreas y la tasa de auto-rechazo es baja. El sitio del donante se cura por re-epitelización de la dermis y la piel circundante, requiere apósitos.