En un país como Argentina, la crisis económica por la que están pasando clínicas privadas y las obras sociales gremiales hechas por la UOM (Unión Obrera Metalúrgica), se ha agudizado en estos últimos meses y sus razones: la caída de los ingresos por facturación de procedimientos y el aumento de los precios de los insumos médicos ante la emergencia de COVID-19.
Es por esto que las solicitudes de intervención al gobierno no se hicieron esperar y por ello demandan subsidios y financiación destinado al pago de salarios y gastos locativos, así como la regulación de los precios de los insumos médicos y una reducción tributaria para los importados.
El líder del gremio y de las obras sociales, Antonio Caló de la UOM aseguró que pedirían ayuda al gobierno, porque ya no tienen cómo pagar los salarios de los empleados de los más de 3.500 empleados quienes ocupan sus funciones en los 8 sanatorios sindicales de los metalúrgicos. Y es que “los ingresos se han visto reducidos considerablemente a la mitad de lo percibido”, según declaraciones de Caló al medio local Radio Mitre.
Por su parte, Guillermo Lorenzo, vicepresidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de Argentina (ADECRA), las clínicas privadas están funcionando al 35% de su capacidad y los centros ambulatorios al 10%, y esto se debe a que el gobierno decidió suspender todas las prestaciones médicas no COVID-19.
Adicional, los precios en los suministros para clínicas privadas han tenido un notable incremento por causa de la excesiva demanda y se ha dado prioridad a los centros hospitalarios públicos. El uso de elementos como los tapabocas convencionales, los N95, batas, alcohol en gel, entre otros se ha incrementado exponencialmente, si antes se usaban 50 unidades de tapabocas ahora se están usando 5.000 durante el mismo periodo y su valor ha llegado a incrementarse más de 190%, expresa el vocero.
La Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales privados elaboró un informe al que tuvo acceso el diario el Clarín, donde advierte que si la intención de recibir a los infectados por COVID-19 se da para Mayo, no se estaría preparando de la manera adecuada el sistema de salud ya que los prestadores privados del servicio estarían económicamente quebrados.
A mediados de abril, el gobierno argentino intervino en los precios de los tapabocas y el alcohol en gel estableciendo topes máximos para los insumos asegurando así el derecho de los consumidores a la prevención del contagio.
Además la falta de medidas en la prevención del contagio expuso la fragilidad del sistema sanitario con la clausura de cuatro centros de atención debido a los múltiples contagios en su personal médico en casi 72 horas, de acuerdo con información del diario El Clarín. Lo anterior ocurrió debido a la falta de Elementos de Protección Personal (EPP) para médicos, enfermeros y personal administrativo, así como tampoco se realizaron testeos preventivos al personal.
Es por esto que los representantes de gremios y asociaciones médicas están pidiendo al gobierno que se les otorgue líneas de financiamiento para el sector salud para pagar los sueldos de tres meses de empleados, así como la desgravación impositiva, para la importación de insumos.