Aplicaciones robóticas en los procesos asistenciales de laboratorios clínicos

La industria médica necesita cumplir con altos estándares de calidad y desempeño. Esta necesidad se acompaña y se dificulta a la vez por los requerimientos nuevos y siempre cambiantes de la normatividad y las leyes. Las herramientas implícitas en los procesos necesitan ser flexibles y sencillas, de tal manera que puedan ser operadas por todos los involucrados. Es en este punto donde los robots colaborativos entran en escena por su facilidad para ser reubicados en múltiples aplicaciones sin necesidad de cambiar el diseño de los procesos.

De este modo, los robots brindan a la industria médica no solo una mayor adaptabilidad, que permite responder constantemente a las condiciones cambiantes, sino también un factor clave para los usuarios: tiempo. A continuación algunas reflexiones sobre cómo ayudan los robots a que los productos lleguen al lugar correcto, en el menor tiempo posible, en un hospital en Gentofte, Dinamarca, y en una Universidad en Cracovia, Polonia.

La gerencia del Hospital de la Universidad de Gentofte estuvo buscando una forma económica de automatizar el proceso de distribuir las muestras de sangre. La solución debería funcionar en las condiciones de espacio reducido del laboratorio y permitir que los técnicos del mismo intervinieran en cualquier momento.  Adicionalmente, se enfrentaba el reto de mantener unos parámetros de velocidad válidos sin ampliar la planta de personal y aumentando simultáneamente un 20 por ciento el número de muestras de sangre a ser analizadas.  La única solución prometedora fue ofrecida por el uso de brazos robóticos colaborativos.

Los factores cruciales para la integración de dos brazos robóticos UR5 en el laboratorio, fabricados por la compañía Universal Robots, fueron sus características de seguridad: una vez concluido exitosamente el análisis de riesgo, los robots estuvieron en condiciones de funcionar completamente sin barandas de seguridad –para las cuales el laboratorio de todos modos no contaba con espacio. “Requeríamos una solución intrínsecamente segura y fácil de usar que pudiera tomar las muestras y distribuirlas rápidamente, además de insertarlas en el módulo respectivo de análisis.  Los robots llenaban todos estos criterios”, dice Steen Stender, Médico Director del Hospital de la Universidad de Gentofte.

En este momento, el primer robot recoge las muestras y las coloca en un lector de barras.  Posteriormente, de acuerdo con los datos suministrados por una cámara que fotografía el color de la tapa de la muestra, identifica donde dejarlas.  A continuación es el turno del segundo robot: su tarea es cargar las máquinas de centrifugación y análisis con las muestras.  De esta forma se están procesando cada día 3 mil muestras.  La automatización del procedimiento economiza tiempo y libera a los empleados de una actividad repetitiva.  Stender está satisfecho con la solución: “Nuestro personal está entusiasmado con los robots.  […]  Adicionalmente, nuestros pacientes ambulatorios se economizan un viaje al hospital ya que actualmente sus muestras pueden ser analizadas en el trascurso de una hora.”

Robots colaborativos manejan muestras de sangre en el Hospital de Gentofte. Video: Universal Robots

No obstante, las posibilidades para el uso de brazos robóticos en el sector de diagnóstico médico no se han agotado aún: Dada la precisión repetida de 0,1 mm y la posibilidad de equipar el robot con cualquier herramienta inteligente, la Universidad de Ciencia y Tecnología AGH de Cracovia, Polonia, utiliza un UR5 para la implantación de células madre en organismos humanos. Otro brazo se utiliza para las mezclas de citostáticos. El anterior es un procedimiento muy tóxico y por lo tanto, en condiciones normales, una ocupación muy peligrosa para las personas. El UR5 libera a los humanos de esta peligrosa tarea y les permite llevar a cabo otras actividades, menos precarias.

Hay más aplicaciones potenciales para que el “colega robot” realice, tales como pruebas de resistencia en laboratorios industriales, en las cuales son importantes los movimientos realizados establemente, algunas veces ejecutados millones de veces. El robot registra las fuerzas mínimas de ascenso o descenso durante la actividad, detecta las posibles fracturas e interrumpe la actividad de ser necesario.  En otros casos, la precisión absoluta en la limpieza e higienización clínica de dispositivos, como en el caso de implementos o contenedores de trabajo, es el criterio de calidad decisivo, y el robot es capaz de llegar a todos los puntos del objeto.  Provistos de una funda protectora, los robots son compatibles con las actividades de limpieza y además son fáciles de limpiar y de desinfectar.

Todas estas nuevas y variadas áreas de aplicación de los brazos robóticos presentan dos perspectivas sobre futuros lugares de trabajo: Primero, se gastará y se empleará menos dinero y recurso humano valioso en actividades que requieren tiempo, son monótonas y potencialmente peligrosas y que de todos modos se tienen que seguir realizando.  Segundo, los procesos de trabajo que requieren alta precisión y que castigan con rigor los errores como es el caso del sector médico y otras industrias –como por ejemplo, en las cirugías- serán llevados a cabo con una precisión y confiabilidad que no se alcanzarían nunca con un humano. Lo anterior será una ventaja para todos los usuarios.