ANDI lanza código de ética para el área de dispositivos médicos e insumos para la salud en Colombia

En atención a lo reportado en el informe del Barómetro Global de Corrupción 2013, capítulo Colombia, referente a la opinión pública desfavorable sobre la gestión y manejo de los fondos de la salud, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), a través de la Cámara de Dispositivos Médicos e Insumos para la Salud, publicó un Código de Ética que busca regular los aspectos políticos, económicos, científicos y sociales que rigen el ejercicio de la libre empresa.

La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), es una agremiación sin ánimo de lucro que tiene como objetivo difundir y propiciar los principios políticos, económicos y sociales que garanticen la idoneidad en el ejercicio de la libre empresa. Es el gremio empresarial más importante de Colombia, integrado por compañías pertenecientes a sectores tan diversos como el industrial, financiero, agrario, de alimentos, comercial y de servicios, entre otros¹.

La presencia del sector salud en la ANDI

La ANDI está organizada en Cámaras Sectoriales, divisiones gremiales encargadas de fijar los fundamentos para el ejercicio de un área empresarial en particular. En el año 2000 se creó la Cámara Sectorial de Salud (CSS) por iniciativa de un grupo de instituciones prestadoras de servicios de salud (IPS), en respuesta al hecho de que  las entidades de salud no eran vistas como empresas a pesar de encontrarse inmersas en un ambiente macroeconómico de gran impacto dentro del Producto Interno Bruto (PIB) del país².

El sector de la salud está representado en la ANDI no sólo por la CSS, sino también por la Cámara de Dispositivos Médicos e Insumos para la Salud (CDMIS), la Cámara Industria Farmacéutica (CIF) y la Cámara de Gases Industriales y Medicinales (CGIM). Con el gobierno y los demás actores del sistema, la ANDI pretende contribuir a la estabilidad y desarrollo del sector³.

La CDMIS busca llevar una vocería unificada de las empresas nacionales y extranjeras que proveen reactivos de diagnóstico, equipos biomédicos, insumos y productos, elementos a los que genéricamente se les denomina dispositivos médicos.

Por su parte, la CIF agrupa como afiliados a los laboratorios de capital nacional y extranjero de mayor relevancia para la economía colombiana. En cuanto a los laboratorios de producción nacional, cerca del 90% están afiliados a la cámara, como también lo está casi la totalidad de las farmacéuticas extranjeras. La misión de esta cámara es llevar la vocería de sus afiliados ante las autoridades gubernamentales, organismos y entres multilaterales y ante los demás actores de la cadena farmacéutica del sector salud. Su objetivo fundamental es lograr los mejores índices de competitividad y velar en todo momento porque el clima y los escenarios en que se desenvuelven las empresas, favorezcan el mejoramiento del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), reportando beneficios para la comunidad y fomentando el sano ejercicio de la actividad industrial y comercial⁴.

La CIF ha reglamentado un convenio por la legalidad de los medicamentos, fortaleciendo la normatividad y haciéndola equiparable a la de otras organizaciones internacionales. Lleva además un registro estadístico donde se consolidan las tendencias y comportamientos del mercado sectorial en los últimos años. Tales documentos están disponibles para consulta pública en la página web de la entidad.

Finalmente, la CGIM agremia las empresas de larga tradición en la producción de gases para la industria en general y la salud en particular, propendiendo por el mejoramiento de la calidad y seguridad de su portafolio de servicios y productos en el marco del bien común y el interés general. Dentro de este prospecto se vienen creando herramientas de acción conjunta, comunicación, integralidad, apoyo a iniciativas internacionales y participación técnica en los escenarios públicos donde tenga injerencia el sector, a nivel nacional e internacional, estableciendo así una agenda de apoyo e información mutua.

Para el 2017 la CGIM se proyecta como la principal entidad gremial del sector, buscando ser reconocida por su activa defensa y promoción de los intereses legítimos de sus afiliados y la industria, y por su participación en la generación de políticas y normatividad que conciernen al sector para la solución de problemas transversales. Su comportamiento se basa en el reconocimiento de los principios de la ética y la ley, actuando con integridad y respeto a la libre competencia y a las normas que regulan el sector, a efectos de crear un ambiente de confianza para el gremio y para el país⁵.

La salud en Colombia y el papel de las entidades agremiadas

En el Informe de Sostenibilidad 2012 de la Cámara Sectorial de Salud de la ANDI, publicado en enero de 2013, se incluye una columna del Dr. Carlos Eduardo Jurado, Director Ejecutivo de la CSS, que aborda los aportes y retos de la entidad en la creación de valores sociales, ambientales y económicos. En el referido texto se establece que “el de la salud es un sector golpeado por la mala imagen que se tiene  de él, lo cual nos lleva a buscar herramientas para que los usuarios y empresarios no se queden con las noticias desfavorables que aparecen en la prensa”.

Procede el escrito afirmando que “las complicaciones suceden incluso en los mejores sistemas de salud del mundo. Hace falta mostrar los esfuerzos que se hacen desde las instituciones, la integralidad de sus acciones y lo que esto representa en conjunto para el país: empleo, consumo de servicios públicos, impacto positivo en el medio ambiente y crecimiento en infraestructura, además de la reducción en las cifras de morbimortalidad. Es decir, hay una participación no sólo en la salud de los colombianos, sino también en la productividad y competitividad del país”.

La importancia del sector salud en la economía y el desarrollo del país se refleja en temas como la solicitud de licencias de construcción, donde la salud tramita la mayor cantidad de licencias después de los sectores de vivienda y comercio. La salud se ubica entre las seis actividades que generan mayores consumos de energía. En lo relativo a su participación en el PIB, ésta ha crecido de un 3% en 1992 a un 7% en la actualidad. Adicionalmente, en los últimos veinte años la población cubierta por el sistema pasó del 18% al 97% y el perfil de mortalidad actual se asemeja cada vez más al de países desarrollados.

En lo relativo a su responsabilidad con el medio ambiente, asegura el Dr. Jurado que “las entidades vinculadas a la CSS desarrollan y adoptan mecanismos para hacer una disposición adecuada de residuos, baterías, equipos y luminaria. No sobra decir que éste es un sector altamente regulado con respecto a sus políticas de sostenibilidad ambiental, normatividad que es cumplida a cabalidad”

Por lo mencionado anteriormente, resulta evidente que la sostenibilidad adquiere una especial relevancia para la Cámara. “Debemos demostrar que todas las acciones que se emprenden desde el sector, tienen un impacto directo (…) Hay que ir más allá de la relación que se tiene con los usuarios. Es a partir de la prestación de servicios que se transforman las comunidades, el medio ambiente y el comportamiento económico”.

Para la CSS, la articulación entre los actores del sistema es fundamental en el logro de resultados. Se han desarrollado iniciativas conjuntas entre prestadores y aseguradores para el abordaje de temas clave como son la formación del recurso humano, el uso adecuado de los servicios y el flujo de los recursos del sistema.

La Cámara comparte la preocupación del gobierno por la forma en que, debido a situaciones coyunturales, las instituciones se han distanciado de la principal razón de ser del sistema, que en esencia debe seguir siendo el paciente. Es así como el gremio es solidario con el gobierno en su empeño por recuperar dicha visión a través de iniciativas en tecnología, la generación de relaciones de valor, la promoción de la transparencia, el respeto por el medio ambiente y la recuperación de la confianza.

En lo relativo a su rol como integrante de la ANDI, “la CSS es defensora de la generación de empresa, el estímulo a la inversión y la protección del empresario. Estar aquí nos ha demostrado que además de ser una industria, podemos aportar en otros sectores. Esto hace que los mismas entidades tengan otra perspectiva, que no sólo se concentren en la salud, sino en ser parte fundamental de una economía”, concluye el Director Ejecutivo de la CSS⁶.

El Dr. Orlando Jaramillo, Presidente de la Junta Directiva de la CSS, manifiesta que “como Cámara de la Salud buscamos la sostenibilidad financiera de las instituciones, pero con responsabilidad social. Es importante construir valor en todas las escalas de la organización, desde la renovación de equipos hasta el reconocimiento salarial del talento humano, pero teniendo la suficiente responsabilidad de modo que esto no tenga impacto en el ejercicio”.

Según el Dr. Jaramillo, el 70% de las personas que trabajan en el sector salud son mujeres, la gran mayoría madres cabeza de hogar. La inherente importancia del recurso humano en la gestión de los hospitales propone una serie de retos sociales que deben ser abordados. De esta manera, es necesario generar tejido social alrededor de las organizaciones mediante la creación de empleos de calidad ajustados a las normas de ley, con todos los beneficios. El gremio debe preocuparse por las condiciones en que se trabaja en el sector salud, como punto de partida para “edificar un país sobre un marco ético”.

Finaliza el Presidente de la Junta Directiva afirmando que “el sector vive una zozobra desde el punto de vista normativo y legislativo, siendo señalado por la comunidad y los medios. La generalización de lo negativo nos impide hacer un buen diagnóstico de lo que tenemos (…) En la CSS estamos comprometidos con garantizar unos mínimos donde la salud no sólo sea vista como un negocio, sino también como un aporte al bienestar de Colombia. Un país sano es más productivo”³.

El código de ética de la CDMIS

En concordancia con las políticas y los propósitos de los actores del sector salud representados en la ANDI, la Cámara de Dispositivos Médicos e Insumos para la Salud (CDMIS) trabaja por promover la autorregulación en el sector, mediante el planteamiento de estándares que permitan salvaguardar la confianza de los agentes en beneficio de los pacientes. Los dispositivos médicos son fundamentales para prevenir, diagnosticar, tratar y apoyar en la fase de recuperación de enfermedades. Por tal motivo, se planteó un Código de Ética para el Sector de Dispositivos Médicos e Insumos para la Salud (CESDMIS).

Estos estándares éticos se fundamentan en la ley colombiana y hacen parte de la responsabilidad empresarial del sector con la comunidad. De este modo, se trabaja por mitigar los riesgos de corrupción en la salud. Según Bruce Mac Master, Presidente de la ANDI, “no basta con poner a disposición del usuario productos con los más altos estándares de calidad. La responsabilidad social exige un mayor compromiso por parte de los agentes que participan en el sector. Por esta razón y de forma voluntaria, los importadores, distribuidores y fabricantes de dispositivos médicos se comprometen públicamente a cumplir con unos estándares mínimos de conducta. A través de un plan de acción, estos actores acompañarán el proceso promoviendo una cultura de transparencia y buenas prácticas éticas empresariales”⁷.

Los DMIS son indispensables en la prestación de servicios de salud en todas sus modalidades y niveles y por lo tanto, su relevancia es cada vez mayor. El Código de Ética establece unos esquemas de comportamiento empresarial de corte internacional, mejorando así la experiencia de los usuarios y pacientes que hacen parte de la cadena de implementación y utilización de dichos dispositivos.

“La industria está comprometida con el nuevo CESDMIS, de modo que existe una vocería unificada que reconoce la importancia de estandarizar, verificar y controlar los procesos que se llevan a cabo. Para esto, el sector contará con un plan de acción proyectado a dos años, que socialice y profundice en la necesidad de ejecutar prácticas y relaciones mediadas por la ética (…) Las compañías afiliadas a la asociación deben fomentar escenarios comerciales éticos con la adopción de conductas socialmente responsables”, afirmó Marisol Sánchez González, Directora de la Cámara de Proveedores de la Salud, seccional Bogotá⁷.

De acuerdo con el informe del Barómetro Global de Corrupción 2013, realizado por Transparencia Internacional, la percepción de corrupción dentro del sector salud y de servicios médicos en Colombia obtuvo una calificación de 3.8/5, siendo 1 nada corrupto y 5 muy corrupto, lo que demuestra la necesidad de mejorar la confianza y la claridad dentro de este sector. Este informe recogió las respuestas de 114.270 personas en 107 países, entre los que se encuentra Colombia. Se hace énfasis en la percepción del ciudadano en lo que respecta al sector público y las políticas públicas. Se indaga además sobre la práctica del soborno y la disposición de los ciudadanos para combatir este delito⁸.

Como respuesta a esta delicada situación, “el objetivo del código es (…) lograr que desde las mismas compañías y sus ámbitos de influencia, se haga un frente común para luchar contra la corrupción en todas sus formas (…) La estrategia está alineada con los objetivos propuestos por el Pacto Global Colombia, acatando temáticas relevantes como los derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anti-corrupción (…) Tales estándares trascenderán a los sistemas de comercialización, convirtiendo las buenas prácticas en hábitos y pilares de la conducta empresarial en el sector salud, un gremio que debe trabajar para el beneficio de los pacientes y los ciudadanos del común”⁷, añadió la Dra. Sánchez.

El Pacto Global (PG) es una iniciativa voluntaria, en la cual las empresas se comprometen a alinear sus estrategias y operaciones con diez principios universalmente aceptados. El PG está extendido en más de 100 países, siendo la iniciativa corporativa más grande del mundo. Promueve la legitimación global de los negocios y los mercados. El pacto sostiene que las prácticas empresariales basadas en principios éticos, contribuyen a la formación de un mercado global más estable, equitativo e incluyente, que trae como consecuencia sociedades más prósperas y aporta al cumplimiento de propósitos como los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU⁹.

La Red Colombiana del PG nace en 2004 con apoyo de fondos canadienses. Al agotarse los fondos, el grupo de instituciones que venía participando desde su conformación decide que es indispensable dar continuidad a esta estrategia sin ánimo de lucro, por lo que el 20 de octubre de 2009 se formaliza su creación con personería jurídica y organismos de dirección autónomos. Se establecieron protocolos de acción basados en la confianza, proximidad, sinergia y conectividad entre los integrantes del PG, generando un impacto directo sobre el bienestar social y gremial¹⁰.

Con base en estos enunciados rectores, el Código de Ética de la ANDI presenta un decálogo de puntos desarrollados a continuación:

• Educación y entrenamiento sobre los productos ofrecidos: es responsabilidad de las compañías oferentes de tecnologías médicas brindar la educación y el entrenamiento adecuado sobre sus productos y servicios, capacitando al personal sobre el uso seguro y eficaz de los mismos y acudiendo a sesiones de práctica si es necesario.

• Apoyo a eventos que incentiven el uso adecuado de dispositivos médicos: la formación continua en el uso adecuado de dispositivos médicos que se ofrezca a los profesionales de la salud, tendrá como propósito complementar, actualizar y mantener las competencias propias de cada ocupación o especialidad, fortaleciendo y optimizando el rendimiento del talento humano.

• Regulación a ventas y reuniones de promoción y negocios: está permitido realizar, siempre y cuando no se incumplan las leyes nacionales que rigen esta práctica, reuniones promocionales para que los prestadores de servicios de salud puedan conocer las características, especificidades y ventajas de un producto. Si esto incluye la necesidad de un viaje, se autoriza el cubrimiento de viáticos sólo para el profesional en cuestión, sin ser extendida de ninguna manera a sus familiares o allegados.

• Regulación en los contratos de consultoría para profesionales de la salud: los contratos de investigación, desarrollo de productos y socialización en entrenamientos pueden ser pagados al personal idóneo para realizarlos, legalizando tales egresos mediante un contrato con las cláusulas que especifiquen el alcance del mismo.

• Control de las actividades de entretenimiento: las interacciones de toda compañía con su población objeto deben limitarse estrictamente al ámbito profesional. Se podrá destinar un rubro razonable para efectos de alimentación, recepciones y actividades de dispersión, siempre subordinadas estas al tiempo y enfoque del propósito educativo primario.

• Prohibición de incentivos y obsequios: una compañía puede ofrecer a los profesionales artículos que deriven en el beneficio exclusivo de los pacientes, o que tengan una función educativa genuina. De ninguna manera se permitirá ofrecer dinero en efectivo o medios equivalentes.

• Límites a las actividades asociadas con interacciones con el personal de la salud: una empresa puede requerir espacios para la presentación de resultados y socialización de novedades científicas, médicas o educativas. Por esta razón se autoriza la realización de comidas encaminadas exclusivamente a cumplir con dicho propósito, las cuales deben ser modestas, ocasionales y evitar generar la impresión de un ejercicio indebido de influencias.

• Objetividad en la información brindada a los pacientes acerca de las tecnologías médicas: la información que suministre una compañía a los profesionales de la salud objeto de su acción debe ser exacta y objetiva, sin el empleo de superlativos ni datos que carezcan de fundamento y rigor científico.

• Regulación de apoyos o aportes para investigación y donaciones: una empresa puede proporcionar apoyos o ayudas para investigación y educación, y realizar donaciones benéficas, pero no utilizar estas para evadir responsabilidades o como un incentivo legal.

• Control de muestras de productos sin ningún costo.

La sanción de este Código de Ética no invalida la aceptación, aplicación, vigencia, observación y compromiso con otros códigos que precedan o superen en exigencias al presente, los cuales pueden ser requeridos de manera individual y específica por algunas entidades adscritas a la Cámara¹¹.