En países desarrollados es común escuchar las palabras “hospitales inteligentes”. Cuando se habla de hospitales inteligentes se conjugan una amalgama de cosas y situaciones que al final le dan a una institución de salud esta denominación.
En algunos casos de manera equivoca, se llama a un hospital o clínica determinada “inteligente”, por el solo hecho de emplear en algunos casos software de historia clínica, recolección automática de información en servidores de cómputo, indexación en sistemas de procedimientos y/o actividades médicas, etc, y no es así. Cuando realmente se pretende que una institución de salud sea denominada inteligente, se debe partir de dos factores: se quiere construir un hospital inteligente desde su gestación en el papel del arquitecto o se busca convertir una institución de salud ya existente en inteligente. Expliquemos ambas situaciones.
Cuando de construir de cero un hospital inteligente se trata, en primer lugar el personal involucrado desde el inicio debe ser multidisciplinario, esto es, debe estar conformado por: ingenieros civiles, arquitectos, ingenieros eléctricos, ingenieros de sistemas, ingenieros en telecomunicaciones, ingenieros sanitarios y no menos importante, por médicos, quienes al final de la historia son quienes laboraran al interior del mismo y son quienes pueden identificar mejor que nadie las necesidades y recursos necesarios para un idóneo ejercicio de su profesión al interior de la institución.
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Sin el menor interés de decirle al lector cómo se debe construir un hospital inteligente y pretender convertirme en grupo multidisciplinario-multiprofesional, estos son algunos tips tecnológicos a tener presentes cuando se comienza el proyecto:
- Tener presente desde el principio el alcance del nivel de atención médico asistencial que se pretende prestar, partiendo de la clasificación de la Organización Mundial de la Salud: Niveles I, II, III, III-IV.
- Aunque puede parecer obvio, pero errores se han cometido, desde el inicio se deben contemplar absolutamente y sin excepción todos los diseños de ductos para el cableado estructurado que llevará el hospital, partiendo de una premisa fundamental: expansión futura, que no en pocas ocasiones genera cambios a medida que pasa el tiempo. Recordemos que la tecnología se renueva ya sea en parte o totalmente, dependiendo de los aplicativos biomédicos, cada 24 meses  en promedio.
- A mayor tecnología biomédica de punta mayores protocolos de bioseguridad. No es fácil en estos casos por decirlo de alguna forma “cambiar el chip mental” de los profesionales de la salud. La educación médica y paramédica que se recibe en pre-grado y post-grado con relación a la bioseguridad es demasiado básica, si tenemos presente que por lo regular el enfoque y la orientación impartidas en la diferentes facultades a los profesionales de la salud, está centrada en los implementos que manipula de forma cotidiana y en los procedimientos habituales que realiza. Hay que recordar que en un hospital inteligente juegan un papel importante implementos y recursos tecnológicos nuevos para los profesionales de la salud, es aquí donde radica la importancia de establecer protocolos de bioseguridad adicionales a los establecidos en las normas internacionales. Â
- En el área informática se debe tener extremo cuidado con el manejo de la información médica. Esto ya se ha comentado en posts anteriores, pero no sobra recordar que el no cumplir con un estricto protocolo de sistemas, puede terminar convirtiéndose en un talón de Aquiles, llevando al traste la inversión realizada y todo el funcionamiento integral de la institución.
En hospitales ya construidos, la conversión a tecnología inteligente es perfectamente factible pero lógicamente más dispendiosa, si partimos del hecho que se deben realizar una serie de remodelaciones para lograr dicho objetivo. Los ingenieros civiles y arquitectos siempre emiten un comentario que es plenamente cierto y valido: “Es más fácil construir que remodelar”. Aquí lo básico, independiente de los diferentes niveles de una institución, se circunscribe a tres cosas:
- Estudio previo integral de ingeniería civil y arquitectónico de la institución.
- Áreas hospitalarias específicas en las que se requiere y se desea implementar tecnología biomédica de punta.
- Y lo más importante de todo: preguntarse si se tiene o no el presupuesto económico para lo que se pretende.
Ahora bien, la pregunta que se puede estar formulando el lector es: ¿Cuáles son los elementos inteligentes de un hospital? He aquí algunos de ellos:
- En lo referente a servicios generales, entiéndase: suministros de agua, energía, calderas, gases, centrales de esterilización, cocinas, lavanderías, capacidad de hotelería etc. existen diferentes tipos de software y sensores atados al mismo, que permiten controlar y medir eficiencias en tiempo real relacionadas con el funcionamiento general del hospital, traducido esto en administración de economías de escala eficientes.
- Tecnología de hardware y software para monitoreo de ingreso y egreso de personal ajeno al hospital, entiéndase: visitantes, personal externo de soporte y mantenimiento, personal de suministros etc.
- Tecnología de hardware y software de Radio Frequency Identification -RFID-, para implementación intrahospitalaria. Por ejemplo en el caso de los pacientes, permite en tiempo real en una central de monitoreo, tener la información básica del paciente, donde se encuentra hospitalizado o en cuál punto de la institución se lleva a cabo un procedimiento que se le haya ordenado.
- La RFID permite en tiempo real en la central de monitoreo, tener censados todos los implementos que se encuentren al interior de la institución y a su vez impedir la sustracción de los mismos. Está demostrado que el robo es en extremo frecuente en las instituciones de salud.
- Al tener pacientes censados con RFID, se evita al máximo el secuestro de pacientes neonatos y pediátricos, algo que es frecuente hoy en día. Las centrales de monitoreo con cámaras de video distan mucho de cumplir en forma eficiente esta labor.
- Los sistemas de RFID también coadyuvan en el control de medicamentos, tanto en farmacia como en las islas de enfermería.  Â
- Hardware y software en cada cama de las habitaciones de los pacientes con los cuales en la isla de enfermería, se puede de forma permanente y en tiempo real gracias a las alarmas, saber si el paciente se intenta levantar o se levanta de su cama.
- Establecer sistemas de telemedicina con los respectivos componentes de hardware y software “in house” en el hospital, permite interconectar todos los servicios de forma eficiente, evitando grandes desplazamientos para obtener información de un paciente determinado o interactuar en tiempo real entre los profesionales de la salud, obtener información relacionada con: historia clínica, ayudas diagnósticas, exámenes de laboratorio, formulación médica, dieta y nutrición, procedimientos a realizarse o realizados, etc.
Finalmente, cuando se trata de hospitales inteligentes es importante tener presente que en principio la inversión que se debe realizar puede de forma equivocada, parecer costosa, PERO es más cara la ineficiencia, la vulnerabilidad del personal médico y paramédico y el riesgo de los pacientes que se encuentran al cuidado integral de la institución de salud.